Capítulo 9

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Las siguientes semanas habían sido sumamente cuidadosas para mi persona

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Las siguientes semanas habían sido sumamente cuidadosas para mi persona. Nicholas cuidaba que siempre tomará mis pastillas a los horarios preescritos por el médico y que estuviera siempre bien.

Los vomitos habian empezado una semana después de haber ido al médico y me tenían notablemente cansada. No podía oler la comida o los condimentos mientras eran preparados, puesto que rapidamente a mi estómago le daba unas incontrolables ganas de vaciarlo todo.

Había decidido no decircelo a mi madre todavia, sobre todo porque no quería que se agobiara el doble. Pues sabía que cuando se enterara vendría a ayudarme con todo y la verdad es que ni ella misma estaba en condiciones para ello.

Nicholas por otro lado tenía una idea metida en su cabeza; cada vez que vomitaba me daba una porción de comida, lo que para él sería que el bebé no botara sus proteinas. Tampoco paraba de decirme cuando me amaba.

La mayor parte del tiempo—y con esto me refería a todo el tiempo—era una mezcla entre ver peliculas, comer y demás. En el demás estaba el caso, Nicholas aparentemente se había encariñado con mi vientre.

¡No paraba de tocarlo! Se la pasaba siempre con su mano sobre él, acariciandolo y dándole besos otras veces. Lo cual era algo que me ponía nostálgica, y a parte me hacía cosquillas.

El sexo había disminuido un poco. Nicholas se había empeñado en dejarme descansar todas estas tres semanas de reposo dichas por el médico y según él, el sexo no estaba incluido en el plan.

—Un momento ¡No me digas que te pondras de paranóico con lo de mantener relaciones sexuales! Es un mito.

Me encontraba cenando, sentada en una silla del mesón del apartamento. Mientras este servía un plato humeante de sopa de colifror dulce con queso rayado por encima.

—Primero no es ser paranóico—se sienta frente mío—. Segundo, estoy siguiendo las reglas del médico. Tercero, come.

Hago un puchero. Intento protestar pero me detengo a pensar un momento. Jamás le ganaría a Nicholas si de mi seguridad se trataba. Suspiro y comienzo a comer.

Mejor sería comerte a .

La idea era tentadora, sumamente tentadora. Nicholas estaba mucho más atractivo que antes a mi parecer. Se encontraba sin camisa y con el pantalon de su pijama nada más. Me relamo los labios al pensar en su amiguito de abajo.

—Susan, come—dice Nicholas al ver que no he dado ni un sorbo.

Revuelvo la sopa y tomo varias cucharadas sin quitarle la vista de encima. Por primera vez en mi vida me iba a costar comerme aquel plato entero.

—¿Así que ya no quieres sexo?

—Susan...

—¿Sí o no?—me encojo de hombros ante su mirada.

Sedúceme#2✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora