Capítulo 13

581 40 15
                                    

Capítulo dedicado a Marian-7605

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo dedicado a Marian-7605

—Entonces es cierto—dice Nicholas al fin dirigiendo atención a Fiorella—. Dinos, ¿donde está?

Ésta vuelve a sentarse en el sillón, sacándose el seno sin pudor alguno para darle leche a su bebé. Sonríe por lo bajo y luego carraspea.

—Eso pues, no te puedo decir con certeza, solo puedo dar algunos datos—dice vacilante—. Por un costo, claro.

—No me importa cuanto, sólo dime donde está Stephanny.

La voz de Nicholas no era la más amable, más bien era forzada, como si toda la ira acumulada estuviera saliendo poco a poco. Frunzo el ceño, todo aquello me parecía extraño. Fiorella jamás había tenido lazos conmigo, mucho menos buena vibra hacia nuestra relación. ¿Por qué quería ayudar?

—Cálmate—bufa—. La verdad Susan, no se cómo lo soportas—se levanta del sillón y se arregla rápidamente—. Pero para terminar con tus intensas solicitudes, primero necesito el cheque. ¡No! Mejor el efectivo.

—¡Oh no! No te vas de aquí hasta que lo digas.

Fiorella ya estaba casi en la salida de la casa, cuando de improvisto Nicholas había salido tras ella para cerrarle la puerta justo antes de ella salir.

—Nicholas, abre la puerta. Me debo ir.

¿Que había hecho yo? Lo más lógico, levantarme e ir hacía aquellos dos. La rivalidad entre ambos era casi mayor entre los Leones del Caracas y los Magallanes, se notaban las chispas saliendo de entre sus cabezas.

—Te juro que si no me dices...

—¿Qué harás?—ríe—. Te cuerdo que tu y yo ya no estamos juntos y no puedes dominarme ni mucho menos maltratarme. Te daré mínimo hasta mañana para conseguir el efectivo.

No más había terminado de hablar y había salido por la puerta. Nicholas se queda parado viendo y luego, para mi sorpresa, comienza a gritar de impotencia.

—Amor—me acerco lentamente, éste me detiene.

—Ahora no Susan, ahora no.

Me da la espalda y comienza a dirigirse a nuestra habitación. No podía creerlo, ¿por qué me trataba así? Yo no tenía la culpa de nada.

No tenía la culpa de su rivalidad ni mucho menos de los pensamientos y aptitudes de Fiorella.

—No, Nicholas. Justamente ahora sí—lo intercepto en la escalera—. No te entiendo, se que estás frustrado, yo tambien lo estoy con toda esta mierda. Pero no veo por qué  tratarme así.

Se queda callado matándome  por dentro. No solo por el hecho de su forma de actuar, sino por su manía de cerrarse en las cosas que nos involucran a ambos.

Sedúceme#2✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora