Capítulo 21

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La risa de Fiorella y Stephanny se extendía por todo el pasillo

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La risa de Fiorella y Stephanny se extendía por todo el pasillo. Luego de la cena nada gratificante, había ido de soplas a mi habitación deseando que las horas pasaran rápido. Había tratado de cerrar los ojos, sin embargo, no había logrado consolidar el sueño gracias a las voces de mis secuestradoras.

Cierro los ojos con fuerza. No me permitían hacer llamadas y sólo podía salir para comer. Por lo que aquella habitación era el único lugar donde podía ser yo misma o al menos, tener un poco de libertad. Mi pequeña bebé jamás me había dejado sola, haciéndome recordar con patadas o incluso con los vomitos, que estaba ahí dándome fuerzas. Suspiro, en solo tres meses la tendría en mis brazos y seríamos una familia completa.

—Ok, es imposible—suspiro a la par que me siento en la cama. Si no podía dormir, al menos podía ver el lugar y con ello saber dónde podía estar.

La ventana dejaba ver un paisaje lleno de árboles, cientos y cientos de ellos a nuestro alrededor. Lo que daba a suponer que la casa estaba en algún lugar donde las plantas habían tomado vida por ellas mismas(como siempre).

—Bueno, al menos es algo—murmuro sin medir el grado de mi voz. Total, aquellas dos debían estar divirtiendose demasiado como para prestarme atención.

Un escalofrío atraviesa mi cuerpo al recrear una imagen. Jamás pensé que la ex de Nicholas fuera lesbiana, principalmente porque parecía ser el tipo de mujeres que prefería engatuzar hombres. Hago lado mis pensamientos y me centro en la habitación en sí, dándome cuenta hasta ese entonces de un detalle que había pasado por alto: todo estaba repleto de fotos.

—Oh...

Habían montones de fotografías, entre éstas se podía divisar a una pequeña Stephanny junto a una pareja. Detallo las demás imágenes, cada una demostraba el transcurso de los años. Todo era sumamente interesante. Hasta que una en sí llamó mi atención.

La foto estaba situada al lado del reloj de pared de la habitación, en ella cantidades de chicas estaban reunidas junto a mujeres vestidas de monja. Recapacito: eran monjas.

—¿Stephanny es huérfana?

—Era, pasado—giro ante la voz de la aludida, quién para mí suerte se encontraba justo detrás de mí—. ¿Hurgando? No sabía que eran habilidades tuyas.

—¿Qué pasó con tus padres?—pregunto sin hacer caso a sus anteriores palabras. Estaba de rehén, más no tenía miedo. No debía demostrarlo aunque lo tuviera.

—Enterrados en una tumba en España.

—¿Qué les pasó?—palidezco.

Stephanny cierra la puerta y se sienta en la cama sin mirarme. Sus ojos reflejaban tristeza, furia e irá, sentimientos que jamás había visto en ella.

—Mis padres no eran del todo buenos, tenían negocios algo sucios—ríe exactamente como si estuviera recordando algo divertido—. Traficar drogas en España es jodido, pero por muchos años mis padres adoptivos lograron mantener el negocio en pie—su rostro vuelve a tornarse oscuro—. Hasta que llegó un hombre, un militar que los encontró y los mató. Me dejó viva porque podía ser redimida, que veía esperanzas en mí y luego, desapareció. Hasta hace unos años, en los cuales planeé mi venganza.

Sedúceme#2✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora