CAPITULO 12: UN DÍA REPENTINO

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Cuando has vivido entre las sombras de la oscuridad y la soledad por un largo tiempo, te acostumbras, te resignas a que tú vida será mejor así. Me transporte a mi niñez, mi padre corría por delante de mí con prisa. Era invernadero y eso lo ponía de muy buen humor. Una temporada perfecta para la caza.

—Vamos casey, trata de correr lo más rápido posible— me agitaba por el agotamiento, pero valdría la pena. Estaba a pocos centímetros de alcanzarlo cuando algo sucedió. Pude ver como se llevo la mano al pecho y callo de rodillas mientras sus respiraciones se iban cayendo, me puse a su lado, estaba muy asustada, era tan solo una niña que no tenía idea de lo que estaba pasando.

—Papá estás bien? Qué sucede?— lo tomé con ambas manos a sus mejillas calientes, había algo en sus ojos que se iba apagando.

—Casey regresa atrás y pide ayuda, anda yo te espero aquí— asentí y giré para correr de nuevo, está vez con más desesperación. Llegué con algunas personas que estaban acampando y rápidamente fueron a auxiliar a mí padre, lo ayudaron a levantarse y una de las personas llamaron a la ambulancia.. lo que pasó después aún me sigue dando vueltas. ¿Porque mi papá tuvo que morir tan de repente? Sin que estuviera emocionalmente preparada. Quiero decir, nadie está preparado para la muerte, pero para mí.. eso fue un golpe muy duro.

—Ahora.. ya no te pondrás difícil, verdad casey?— John deslizaba sus manos a mi espalda, y eso, es algo que nunca podré borrar de mi mente.

..

Dios, te ves terrible.—  el marido de ellen dijo soltando el periódico entre sus manos —. Dormiste anoche?.

—Si.. yo llegué temprano. Solo es un poco de resaca, eso es todo— tomé la taza de café que estába puesta en la mesa, sorbí con prisa y puse la mochila en mi espalda. —Tengo que irme. Salí sin esperar respuestas, (en realidad no quería escuchar un reclamo) ya en el autobús me puse a reflexionar lo de la noche anterior.

—Quien sea quien seas colgaré— tragué saliva con nervios—. No estoy para estos jueguitos, chao— colgó la llamada. Simplemente me había quedado congelada, miré el celular po un instante y me puse a pensar. ¿Cuál sería el punto de llamarlo? ¿Qué le diría?

"Hey hola, soy casey te hablo porque creo que te extraño"

La doctora staple junto a la justicia estaban detrás de sus pasos y ahora en los míos, más que nunca tenía que ser cuidadosa. Hubiera regresado la llamada si le hubiera interesado.. pero no fue así.

—Punto a mi favor perra—

—Casey, detente ya.

—Al parecer solo el alcohol en tú turbio cerebro hace que seas más valiente. Aún quieres pelear?— me acerque sin miedo —. Sabes cuáles es tú problema danielle? Tus estándares de auto grandeza y autoestima están una jodida y desequilibrada montaña rusa, es por eso que te gusta sobresalir entre los demás por tus burlas, quieres sentirte bien contigo misma.. y lo veo tan triste— eso en cierto modo la dejo sin palabras. Me alejé sin la intención de llamar la atención. Y de qué me sirvió esto? Cierto, para nada. Mis pensamientos eran los mismos, esto era la misma mierda aburrida de diario. Estaba Esperando a que los días transcurrían, la necesidad de volver a llamar a kevin eran más grandes. Me comportaba como una niñita cuando marcaba y luego colgaba.

Dos semanas exactas pasaron. Un día en la mañana, la resaca de un día anterior de fiesta y los sambullidos me despertaron.

—¿Qué sucede?— la mirada de ellen y su marido me alarmaron, me levanté y la cabeza me dió vueltas.

—Hay alguien abajo que dice que ayudaste a ese hombre casey, juraste que no lo volverías a ver a ese hospital. Y ahora dicen que lo ayudaste a salir de la ciudad, ¿Qué carajo se significa eso?— preguntó el hombre, eso fue algo que no se veía, que este hombre hablara o siquiera se escucharan sus respiraciones por la casa. Ellen se veía algo decepcionada.

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