we are the same

CAPITULO 23: ¿DÓNDE ESTA CASEY?

—Oye tu —el guardia se acercó con actitud fatigada -.Debes irte a la habitación ahora, ya has esperado por mucho. No creo que tú amiga venga.

—Solo cinco minutos más. Ella quedó en venir hoy.

Barry miraba por la grande desgastada ventana. Casey no daba señales de acercarse.

—No. Lo siento, se te han dado minutos extras. Debes regresar a la habitación. Si quieres, puedes pedir permiso de realizar una llamada.

Resoplo y dio medio vuelta.

—Bien.

—Acompañenlo —Dijo dando la orden a otros dos tipos de seguridad.

Caminó por el pasillo con la luz hipnótica frente a él. Estaba cansado de eso. Barry no era un criminal

—Adentro —Ordeno otro con tono autoritario.

—Tranquilo cariño, baja la guardia, no todos mordemos.

—Te recuerdo que ya no estás más aquí como un paciente.

Sin hacer caso a ese último comentario, fue directamente a recostarse al concreto que decía llamarse "cama"

Su pequeña niña se olvidó de ustedes.

—Patricia, aleja tú dulce voz de mi cabeza. No quiero ponerme a hablar como un loco en la habitación.

No la culparía. Quizá se ha dado cuenta que es una perdida de tiempo seguir viniendo, quizá se dió cuenta que su vida corre peligro.

—Te recuerdo que la única criminal de aquí eres tú.

—Silencio todos allí adentro —dijo un guardia burlón desde afuera.

🥀

Escuchaba la vibración de los latidos de mi corazón, tenía la mente despistada. Ninguna de las dos se había dado cuenta, ¿Porque? Es la pregunta que me he hecho la mayoría de los dias. Ahora estaba teniendo las mismas sensaciones. ¿Pude haberlas salvado de haber salido a tiempo del auto?

—Dios.. porque está tan caliente? -apenas logré hablar sin fuerzas

La frente me sudaba y las manos temblaban, ahora no estaba en un lugar desconocido, estaba en un lugar que conocía bien y el pánico lo sentía al doble.

..

• 15 dias después •

—¿Asunto de su visita? —dijo sin saludar una mujer que parecía ser una recepcionista

—Hola buen día. Vine a ver a Kevin Wendell crumb.

Estudio al tipo que tenía enfrente de arriba a abajo.

—Solo vengo a verle. Puede revisarme, no tengo nada.

La mujer hizo una mueca.

—Pasa. Primero tienes que pasar con el guardia y tú sabes, el protocolo que sabes muy bien -dijo con ironía alzando una ceja

Asintió y avanzó al pasillo que da a la entrada de habitaciones. Un guardia le pasó un objeto metálico por la ropa.

—Adelante. Con mi compañero -dijo dando la seña a un enfermero que era el encargado de las tarjetas digitales.

—¿Cómo te va Joseph?

—Bien Daryl. ¿Cómo van las cosas?

—Tu lo sabes —resoplo. Tu padre está desaparecido y aquí están vueltos locos. ¿Has sabido algo?