4- Todos los seres mágicos

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-Bien queridas, nos vemos después-dijo Amos, guiñándoles un ojo a Ava y Melissa, la primera todavía sin emitir sonido.

Amos y Cedric se alejaron al tiempo que el mismo mago le decía a Ava:

-Los Melies-Riggs-García-Dunn... están en el tercer campo. Pregunten por un hombre llamado Roberts.

Ava asintió todavía sin ser capaz de hablar y comenzó a caminar hacia donde le habían indicado. Melissa y los demás tuvieron que correr para alcanzarla. La mamá de Adrian no podía dejar de reír.

-¡Amos Diggory!-exclamó, en medio de una carcajada.

Ava parecía realmente avergonzada-Melissa, por favor, cállate.

-¿Pensaste que algún día volverías a encontrarlo?

-¿Quién fue él?-preguntó Nicholas, enarcando una ceja.

-¡Nadie!-se apresuró a responder Ava, lanzándole una dura mirada a Melissa-¡Por favor!

La señora García dejó de reír, pero todo el camino estuvo mirando de reojo a su amiga con una pequeña sonrisa.

Después de 10 minutos caminando, se encontraron con una pequeña cabaña frente a la cual se encontraba un hombre sentado. Nicholas sonrió. Claramente era Muggle, ese debía ser Roberts.

Ava y los demás se acercaron al hombre y la mujer dijo:

-¿Señor Roberts?

El hombre, que extrañamente parecía un poco confundido, asintió y se levantó con dificultad de su silla.

-¿Tienen un lugar reservado?

Todos asintieron.

-Somos los del apellido extra largo-dijo Nicholas, riendo.

El hombre asintió y después de repasar una hoja de papel, preguntó:

-¿Melies-García-Riggs-Dunn?

La expresión de Ava cambió cuando el hombre le indicó cuando debía pagar, miró a Nicholas confundida y sacando unos cuantos billetes de su bolsillo, se alejó un poco de la casucha con Nicholas. Cuando hubieron logrado la suma de dinero muggle que el hombre pedía, volvieron a acercarse.

-¿Son... extranjeros?-preguntó Roberts, entregándoles la diferencia. Ava la guardó en su bolsillo y negó-¿vienen a alguna conferencia o algo así?

-¿Por qué lo pregunta?-dijo Melissa, amablemente. Ava le lanzó una mirada significativa.

-Bueno porque han venido bastantes personas que no parecen... estar acostumbradas al dinero. Un tipo incluso quiso pagarme con unas gigantes monedas de oro. ¿Serán de una secta o algo así? Después de todo...

Pero se detuvo en la mitad de la frase, después de que un mago, vestido con un completo traje de oficina muggle lo apuntara con su varita por detrás y dijera:

-Obliviate!

Roberts se limitó a alejarse y volver a sentarse frente a la pequeña casita.

-Lo siento mucho-dijo el mago-nos ha traído muchos problemas. Siempre haciendo preguntas.

-¿Cómo va el trabajo Ildewald?-preguntó Melissa, sonriendo.

-Uff-suspiró el mago, limpiándose el sudor de la frente con su manga-ha sido difícil, sobretodo porque hay muchos que realmente tienen un problema para esconder su magia, ya saben como es.

Ava y Melissa asintieron, al tiempo que el mago los acompañaba a la entrada del campo. Desde lo alto Nicholas pudo ver una gran cantidad de carpas de todos los tamaños, formas y colores.

Nicholas Riggs y el Cáliz de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora