Nicholas Riggs y el Cáliz de Fuego

18- Primera prueba

Aunque estaba más nervioso de lo que había estado en su vida, porque al día siguiente tendría que enfrentarse a un monstruo y a sus cortos trece años haría algo prácticamente imposible para su edad, Nicholas durmió bien esa noche. Durmió largo y profundo, y en todos sus sueños se pudo ver a si mismo durmiendo. No fue una noche muy interesante. Pero cuando despertó, los nervios que sintió le hicieron correr al baño y vomitar todo lo que había comido en la cena de la noche anterior. Después de un rato, al salir del baño, notó que todos los que compartían habitación con él, porque ya no se les podía llamar "amigos", excepto a Neville, habían bajado a desayunar. Se vistió con rapidez y los siguió.

Llegó al Gran Comedor en medio de un silencio incómodo, miradas y cuchicheos. Por donde pasara, los alumnos lo apuntaban, algunos lo miraban con malicia, sobretodo los de Slytherin y Hufflepuff, y otros lo miraban con tristeza, como se mira a una persona que está a punto de conocer su final. Nicholas tragó saliva al tiempo que se sentaba, no estaba seguro de si ese sería su final. ¿Lo sería?

No logró desayunar. Se sentía realmente débil, y la comida no parecía querer entrar en su cuerpo. Apenas intento que un poco de huevo revuelto se acercara a su boca, le dio una arcada que hizo que la idea de alimentarse por ese día terminara, así que esperó nerviosamente que las lechuzas llegaran. Tal vez los jueces les comunicaran las cosas por carta, tal vez le comunicaran como iba a morir por carta. Nunca en su vida había estado tan nervioso, ni siquiera cuando había jugado su primer partido de Quidditch.

Después de unos minutos, las lechuzas comenzaron a llegar, y cuatro lechuzas se detuvieron frente a él. Nicholas tomó las cartas y comenzó a abrirlas una por una. Era la única manera que tenía de distraerse.

"Querido Nicholas,

Mucha suerte hoy, sé que lo harás increíble. Solo tienes que concentrarte y creer en tí mismo.

Cuídate mucho,

Snuffles"

"Mi pequeño Nicholas,

¡Tu tranquilo! ¡Yo sé que puedes hacerlo! ¡Te has enfrentado a cosas peores a lo largo de tu vida! Además quiero que sepas que hay muchas medidas de seguridad. Nada te sucederá.

¡Confía en ti mismo!

Ava"

"Mi querido muchacho,

Te escribo esta carta para desearte toda la suerte del mundo en la primera prueba. Sé que lo harás increíble. Me imagino el nerviosismo que debes estar sintiendo en este minuto, pero creo que sabes que es lo normal.

Confío en que creerás en tu talento, en que confiarás en lo que sabes hacer, porque todos los que te rodeamos estamos seguros de que lo lograrás.

Estaré pendiente por si algo, que realmente lo dudo, llegara a pasar y tu necesitaras mi ayuda.

Quiero que sepas que no dejaré que nada te pase,

Profesor Dumbledore"

La última carta contenía solo una frase: "No te mates" y no tenía remitente, pero Nicholas no lo necesitaba para saber de quién era. Su madre nunca le habría escrito mas.

Terminó de leer las cartas, se tomó de un sorbo el jugo de calabaza que tenía, y estaba dispuesto a levantarse para ir a caminar un poco cuando, de pronto, alguien se acercó a él por detrás. Era Emily, que tenía una carta en la mano.

-Ten-dijo la chica, dejando la carta frente a él en la mesa-aunque tu lo hayas destruido en el diario, el sigue preocupándose por ti.

-Yo...