No te olvides de mí (Bakugou Katsuki y tú)

2.

Narra Katsuki

Ella me pide que me siente y así lo hago. Por algún motivo, siento que lo que va a decirme no es bueno. Además, estamos en un hospital, y eso me inquieta.

- Dime.

Ella me mira a los ojos, y por primera vez me doy cuenta de lo frágil que es. Tiene la piel pálida, las ojeras han cogido un color morado bajo sus ojos, su mirada no brilla con tanta intensidad y tiembla un poco. Me da la impresión de que en cualquier momento podría desvanecerse, y desaparecer de mi lado, así que le sujeto la mano con fuerza. Ella no se suelta.

- Sabes que a veces, de la nada, me encuentro mal.

Recuerdo su desmayo, o cuando se sujetaba la cabeza y luego fingía que no pasaba nada. Ahora siento que soy un tonto por no haberme dado cuenta antes de que había un problema. Asiento lentamente, para que siga hablando. Nunca pensé que podría tener tanto miedo, pero sus palabras me asustan de un modo descomunal.

- El día que descubrí quién eras no me sentía bien - hace un pausa - y cuando todo pasó, es como si algo en mi cabeza estallara.

Creo que tengo ganas de ponerme a rezar a los 4 vientos, y eso que no es que yo sea muy creyente.

- Me hicieron unas pruebas...

- Sigue...

- Y vieron que algo no iba bien.

Siento que me voy a derrumbar. Nunca me había sentido tan débil.

- ¿Q-Qué va a pasar?

Ella me mira un largo rato, y me presiona más fuerte la mano.

Temo lo peor.

- Van a hacer una operación.

Suspiro.

Pero ella no se detiene.

- Katsuki, estoy mal.

Y mi mundo se hunde.

- ¿Qué va a pasar después de la operación?

Ella mira al suelo esta vez.

- Hay muchas probabilidades de que no sobreviva... Pero si lo hago...

- ¿Si lo haces...?

- Puede que no te recuerde.

Y me rompo. Me rompo.

Todas las mierdas por las que hemos pasado, y ella se va a olvidar de mí.
Sin embargo, la miro con furia.
Ella se encoge.
Alargo mi mano y la abrazo con fuerza, deseando poder quedarme así toda mi vida.

- Recordarás.

- Katsuki...

- Lo harás, y si no, joder, haré que me vuelvas a querer.

Ella me abraza con fuerza y mi camiseta se humedece. Está llorando.
Siento que se me parte el alma, pero no puedo rendirme. Sea lo que sea que pase, no la perderé. Estaremos juntos, pase lo que tenga que pasar.

Ella se aferra a mí, y sé que tiene miedo, a morir, a vivir y olvidar, a todo. Solo tiene la certeza de que no me iré de su lado. Ya nos separaron una vez, y no pienso permitir que vuelva a pasar.

Lucharé, joder. Lucharé por ella.

Porque la amo.

Siempre lo he hecho.

Y siempre lo haré.