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Llegaba tarde,otra vez a una clase que Química, la profesora la me tenía entre ceja y ceja, además de que con propósito me saque no más de un %50 en la última evaluación, por lo que tendría que darme una tutora; la mejor de la clase, una vez dentro del laboratorio, me saque mi blazer y me coloque el uniforme de laboratorio, cuando me doy vuelta tenía a la profesora frente mío con mi evaluación en mano.
-¿Que va? ¿no podíaesperar a que me coloque en mi lugar?.- Sonreí falsamente y la mire, notando algo de enojo y también pena en su mirada, la mirada que claramente yo aborrecía.
-Sara; venía a decirte que tu nota claramente no fue la mejor de la clase, y creo que necesitas tutoría, te deje una recomendación, si quieres yo me encargo de hablar con ella.- Agarre la carpeta y mire la "recomendacion" que la profesora me había sugerido, maldita.
-Todo sea por mejorar en su materia, teacher.- Sonreí y miré hacia el escritorio donde se encontraban Lucrecia y Guzmán teniendo una conversación bastante acalorada, por decirlo de alguna manera, camine con pasos firmes hacia Miguel y me coloque alado de el.
-¿Funcionó?.- Me miro y sonrío al ver mi carpeta encima de la mesa.
-Claro que funcionó, Migue.- sonreí y veía a mi profesora hablar con Lucrecia.
-Como que me llamo Sara Aguilar, pendejo.- ambos soltamos una leve carcajada al escuchar mi pésimo acento mexicano y seguimos mirando a la profesora repartiendo las carpetas.
Obvio que yo era de 10 en Quimica; pero teníamos un plan, de alguna manera tendría que llegar hacia Carla y se supone que Lucrecia y Carla son mejores amigas, a parte me encanta molestar a Lucrecia, Lucrecia en un intento desesperado de buscar amigas me contaría todo lo que esta pasando con su mejor amiga y pum, secretos revelados. El padre de Carla era el que manejaba todos los negocios de la Élite, y sin dudas que yo quería estar metida ahí, no me importaba quien caiga, yo iba a estar allí, yo y Gary nos merecíamos por fin ser los dueños de todo.
Mañana iba a ser nuestro primer acercamiento a la presa mayor, sabíamos que no iba a ser fácil y también sabíamos que había alguien entrometiendose en asuntos de los que se debería encargar la policía. Había una fiesta, alcohol, poca luz, perfecto como para acercarse a ella. Teniamos horario libre, asique decidí esperar a Ander, fuera de los vestuarios de chicos, pasaron unos cinco minutos y este no salía, asique decidí mandarle un texto, capaz que lo veía y me respondía. Él solo me respondió un simple "Ya voy".
Unos cuatro minutos más tarde del ultimo mensaje salía un Ander enojado, un Ander que yo nunca había visto. Me acerque a el y le agarre las mejillas para hacer que me mire a los ojos.
