-¿Por que no simplemente me dices la verdad? Sara, hija, es por tu bien. -Yo estoy diciendo la verdad, que usted no oiga lo que quiere escuchar, es otra cosa.
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Lucrecia
La semana había sido una completa locura para las encinas, pero mi cabeza estaba completamente en otro mundo, viendo como mi ex novio y mis ex amigos se paseaban de aquí para allá, sin siquiera notarme, mire a mi casillero luego de ver como Guzmán paso por al lado mío, simplemente mire al frente y levanté la cabeza. Si hay algo que no me verían hacer era agachandome frente a ellos, comencé a arrancar una por una las fotos pegadas en mi casillero mientras sentía como mi garganta se secaba poco a poco y un nudo se formaba en esta.
-¡Hola amor!.- me estremezco al sentir la voz de mi única amiga detrás mío y cierro rápidamente el locker.
-Hola baby, perdón.- le sonreí mientras escondía las fotos (o lo que quedaban de ellas) detrás de mi falda, para mirar a Cayetana.
-Nada, ¿tienes un segundo?.- asentí con rapidez para después mirarla nuevamente y susurrar un "claro".- Te quería comentar... te cuento, hay una ONG...
En un momento mi mente solo dejó de escuchar a la rubia que tenía delante mío, incluso mi vista se fijo en ella, llegaba tarde, como casi siempre, eso me hizo sonreír inconscientemente, pero al darme cuenta de eso, borre mi sonrisa y volví la vista a Cayetana, quien me hablaba de una cena, yo la miré sonriendo.
-¿Que quieres, que te ayude?- Ella sonrió para luego decirme un "Si", yo solo reí levemente y la mire ladeando mi cabeza.- Y sabes que te voy a ayudar.
-Gracias amor, eres la mejor- Ambas nos abrazamos, aunque no quería demostrar tanto cariño en público, me separé y la miré.
-Lo sé, tu también. Voy a hacer un par de llamadas y te aviso, ¿Vale?- agarre su mano como señal de apoyo mientras ella sabía pequeños saltos emocionada.
-Thank you very much.- me miró bastante nerviosa, yo solo volví a sonreírle.
-Relax, va a salir todo bien. Bye.- Comencé a caminar hasta mi nueva amiga y agarre su mano para llevarla hasta afuera, donde tendría que hacer las llamadas. -Que linda estás, darling-
-¿Vos decís? ese labial te queda de puta madre.- solté una carcajada y fue solo un momento, microsegundos para darme cuenta de la electricidad que pasaba por mi cuerpo al verla sonreír.
