El receso había llegado a Las Encinas después de los trágicoshechos ocurridos con Polo Benavent, uno de los estudiantes acusado de homicidio. Para Sara fue más de lo mismo, faltaba menos para cumplir su mayoría de edad, pero lamentablemente su padre todavíatenía poder sobre ella, Gabriel tenía que arreglar varios asuntos en Italia, donde dejó completamente a Miguel, ya que no había cumplido su propósito en un año, el chico Argentino quedó devastado, le dolía haber perdido a su mejor amiga, pero sincerandose con el mismo, le dolíamás haber decepcionado a Gary, quien era como su padre. El jefe eligió a un pelirrojo, sin duda los pelirrojos le daban buena espina, sabía su historial de memoria, era mayor de edad, dejó la escuela y vendía drogas. Italiano, persona de confiar, se lo recomendaron y como si fuera un paquete lo llevó hacia su hogar en España, Alessandro Ferrara no se negó, es más, le gustaba el hecho de que el jefe haya pensado de esa manera sobre el, por primera vez en su vida se sentía útil. Los planes habían cambiado, de alguna manera el joven Ferrara seríamás un actor que un dealer, como lo solían llamar. Se haría pasar por un adolescente de diesciocho años, rico, millonario, todo por su cuenta. Claramente los Aguilar tenían el poder para volver a Ferrara un hombre famoso de la noche a la mañana, eso hicieron. Las fotos llegaron a todos los paparazzis, "la romántica cena de Sara Aguilar y el empresario más joven del año Alessandro Ferrara en Italia". Su padre la volvía a usar, como carnada. ¿El plan? ya no se enfocaba tanto en Carla, la rubia se había hundido por su cuenta, y con ello también a su familia. Los Rosón necesitaban dinero, y, ¿que mejor que un nuevo niñito millonario que llegaba a Las Encinas? Era perfecto, todo era perfecto. Dos semanas después de lo sucedido las clases volvieron a la normalidad, Sara sabía que Alessandro iba a entrar un poco tarde, la falsificación de documentos tiene sus tiempos. Sin embargo la menor de los Aguilar estaba lista para empezar su último año, y lo que menos deseaba eran problemas. Se bajó de su Audi color blanco y comenzó a caminar hacía su querido amigo, quien la esperaba cerrando la puerta del acompañante. Entrelazo su brazo con el de él y se colocó sus lentes de sol, mirando a la gente con desprecio y aires de superioridad.
-Odio esta escuela.- Guzmán soltó una risa comenzando a caminar con su amiga básicamente pegada a su brazo.
