ÚNICOS

ÚNICOS - Parte 1

Cuando Hange se presentó ante ellos, Levi estuvo a punto de matarla. Su expresión desbordante de entusiasmo, alabando su destreza con el equipo de maniobras tridimensional durante su primera salida de los muros, levantó las sospechas del recién llegado del subsuelo, que extrajo la navaja hacia su mano, de forma disimulada.

Pero ella solo quería saber cómo ellos se desplazaban de manera tan eficaz con el equipo de maniobras, cómo habían aprendido a manejarlo de esa forma tan certera sin entrenamiento previo. Él no quiso (o no supo) responder, y desvió la mirada, alegando cansancio. Ella, viendo que no estaba cómodo, lo dejó tranquilo. No era la primera vez que su excesivo interés y curiosidad, obtenía una respuesta negativa por parte de la gente. Aunque eso nunca la desanimaba, entendía que pudiera ser cargante para los demás.

- Estaréis cansados, nos vemos mañana. Isabel esto es para ti- dijo ante la mirada absorta de la niña, quien recibió los caramelos como el más preciado regalo. -Si regresamos, ¡les invito el almuerzo! – dijo despidiéndose con la mano alzada y una sonrisa.

-Vaya personaje ¿será siempre así? Es tan... - dijo Farlan.

-Ruidoso... - concluyó Levi. Farlan rió.

-Pues me gusta – dijo Isabel con la boca llena de caramelos.

-Te gustaría cualquiera que te dé dulces – bromeó Farlan, picándole la mejilla.

-¡No es verdad! No soy tan infantil como te imaginas, ella parece sincera, hemos estado hablando – refunfuñó.

- ¿Ella?¿Es una mujer? ¿En serio? – dijo Farlan.

-¿No sabes reconocer una chica? ¡Pues claro que lo es! Ella me ha estado explicando... cosas de chicas- y se sonrojó- Cosas que no puedo hablar con ustedes, idiotas.

Levi la observó un momento. Era verdad, Isabel se estaba convirtiendo en una adolescente y necesitaba otro tipo de consejos, ajenos a lo que dos matones pudieran darle.

-Manténganse centrados en la misión, no tenemos amigos aquí, solo es trabajo – dijo abruptamente,mirando a su alrededor y observando la alta figura que se perdía a lo lejos.