ESTRATEGIA-Parte 3 (FIN)

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La frase lo desconcertó.

-¿Qué estás diciendo? ¿Qué haces así? ¿A quién esperas?-le preguntó Levi con expresión iracunda.

-¿A quién voy esperar si no es a ti?... ¿Puedes cerrar la puerta? No me gustaría que nadie me viera así-le pidió. Levi cerró la puerta, aún confundido.

-Siéntate, por favor. El que estés aquí solo confirma mi estrategia.

- ¿Qué estrategia?-farfulló Levi incrédulo.

-Aquella que dice que los planes se tienen que fundamentar en el conocimiento pormenorizado del oponente, llevarlo al terreno propio en base de pequeñas pistas y colocarlo justo donde queremos, la posición donde tenemos más ventaja y posibilidades de vencer.

Levi se quedó boquiabierto. Su expresión complacía enormemente a Hange, quien sonreía abiertamente.

-Te lo explicaré... Después de nuestra "pelea", nos hemos ignorado mutuamente. Conociéndote, sabía que querías "arreglarlo", pero también sé que eres obstinado y orgulloso. Has pasado varias noches tratando de querer hablar conmigo y no lo has hecho. La primera noche te acercaste a mi puerta y te fuiste inmediatamente. La segunda, lo hiciste de igual manera. La tercera, lo hiciste dos veces. La cuarta, fueron tres veces, estuviste yendo y viniendo, pero permaneciste delante de mi puerta por más tiempo. Esto me permitió establecer un patrón de comportamiento: mientras más tiempo pasaba, más veces vendrías, porque te sentías más ansioso. Hasta que ayer no viniste. Eso me permitió deducir que habías llegado al límite y que en cuentas de venir a mi habitación, buscarías abordar la situación en otro ambiente, más neutral, como mi laboratorio.

Entonces, diseñé mi estrategia. Primero, hablé con Moblit y le expliqué mis planes, ya que él se encontraría a primera hora en el laboratorio. Sabía que al no encontrarme, le preguntarías a él, y te diría, de la manera más natural, lo que yo pensaba hacer en la ciudad. Los carruajes demoran aproximadamente entre treinta y cuarenta minutos, en desplazarse a la ciudad, y calculé que estarías aproximadamente una hora después que yo llegara. Me puse mi capa color burdeo, fácilmente distinguible entre la multitud y que reconocerías enseguida.

Entré al edificio de la Policía Militar y fui a visitar el Archivo. Estuve revisando durante un par de horas una documentación que hace tiempo solicité y cuando salí, me volví a medio camino para despedirme, de manera muy "cariñosa" de alguien que "estaba" en la puerta. Desde el ángulo donde supuse te encontrabas, ya que solo hay un edificio cercano, no pudiste ver que no me despedía de nadie, sin embargo sí pudiste escuchar mi despedida que me encargué fuera lo más sonora posible. En este punto imaginé que estabas demasiado enfadado y que no podías pensar con claridad, que yo jamás traicionaría tu confianza, porque las evidencias mostraban lo contrario.

El siguiente paso fue la tienda de ropa femenina. El verme delante del escaparate, curioseando, te debió haber extrañado mucho pero lo que realmente te desestabilizó fue verme entrar y comprar algo de esa tienda. No podías creerlo. Con el sentimiento de angustia y rabia, que no te permitía buscar una respuesta que no sea una infidelidad, me seguiste para confirmar los indicios.

Seguramente verme tomar el camino a esta parte de la ciudad te extrañó aún más y verme entrar al hotel casi confirmó tus dudas. Conociéndote, vendrías a enfrentarme. Es más, estoy segura que tu intención era golpear a "quien" estuviera conmigo ¿me equivoco?. Le dije al anciano que esperaba a un "militar" y que tan pronto llegara, le diera la llave y el número de la habitación. En estos hoteles suelen ser muy discretos con sus huéspedes y no hizo preguntas. Estabas tan celoso que no te diste cuenta que tú también eres un militar.

Y aquí estás, quince minutos más tarde de lo que esperaba. Un margen aceptable de tiempo- concluyó Hange.

Levi se encontraba de pie, absorto, escuchando toda su explicación. No podía creer que hubiera caído de esa manera. Ella lo tenía donde quería.

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