ÚNICOS

ÚNICOS - Parte 9

Erwin Smith había asumido el mando de la Legión de Reconocimiento, ante la dimisión de Keith Shadis. El grupo de elite de Erwin, estaba conformado por Mike Zacharius, Hange Zoë y Levi.

-Es necesario. Tenemos que ir a estas reuniones. Son extensas, agotadoras, y rara vez sirven para algo, pero siempre tenemos que estar presente.

-Erwin, sabemos que aprovecharás cualquier descuido de ellos, para conseguir alguna ventaja para la Legión, estamos contigo– dijo Hange. Gracias a la iniciativa de Erwin, Hange habia obtenido un laboratorio, una pequeña subvención específica para sus investigaciones y un asistente, Moblit Berner, que registraba y dibujaba todo el proceso.

Ese día, asistieron a la reunión en Mitras, con los uniformes de oficial. Fue como siempre: de trámite y sin provecho. Erwin intervino para explicar la necesidad de adentrarse nuevamente en zona de titanes, para explorar más allá del muro María.

-Tus iniciativas, Erwin, son muy costosas y poco rentables, a los contribuyentes no les agrada dilapidar su dinero de esta manera- dijo Nile Dot.

-Te recuerdo Nile, que las vidas de los miembros de la Legión de Reconocimiento han mantenido con vida estas ciudades, así que compensamos ampliamente los gastos económicos de los contribuyentes. Encontrar rutas seguras más allá de los muros, es vital para poder obtener otras fuentes de abastecimiento de alimentos e insumos, ante la grave situación demográfica que padecen las ciudades.

Sin embargo, nada de lo que dijo Erwin convenció al Alto Mando, preocupado por terminar la junta e irse a comer y beber, y aprovechar la estancia para visitar los burdeles de la ciudad. Porque las celebraciones del Alto Mando era un derroche de ostentación, una bofetada a la austeridad de la Legión. Mientras Erwin se reunía con el comandante Pixis, Mike, Levi y Hange se dirigieron al salón de gala.

Allí estaba, a lo largo de una extensa mesa, manjares de todo tipo, algunos de los cuales nunca habían probado por su prohibitivo precio.

-¡Coman, coman, aprovechen, seguro que no verán carne en meses!- dijo con sorna, un oficial de la Policía Militar, que pasaba por su lado, mientras se servía una porción generosa de ternera.

Hange escuchó la pulla y sonrió maliciosamente.

-Te equivocas, comemos carne todos los días: aquella que trinchamos, troceamos, fileteamos y servimos... carne de titán... ¿Te gustaría probar?- le dijo con una falsa sonrisa ingenua.

La sala estalló en risas y el oficial la miró con desprecio.

-Tú, aprende a respetar a un oficial de la Policia Militar, estúpido ignorante-y se acercó amenazante.

- Si me dices quién es, con gusto lo haré –avanzó a su vez ella.

El silencio se hizo de pronto. Levi avanzó un paso al ver las intenciones del oficial, pero Mike lo detuvo. – No, espera – ordenó.

El oficial lanzó el puño a su cara, ella lo esquivó y a su vez cogió su muñeca, asiéndola con fuerza y hacia atrás, haciendo que el oficial girara en redondo, perdiera el equilibrio y se estampara contra el suelo. Estaba completamente inmóvil, a su merced, con la rodilla derecha sobre su espalda y apretaba, con una sonrisa complacida y sicótica en los labios.

De pronto, como despertando de una ensoñación, cambió la sonrisa por un gesto preocupado.

-Me parece que estás bebido amigo, si no, no se explica cómo te he podido vencer- le dijo levantándolo, sonriendo y dedicándole una mirada apenada, que inquietó al oficial.

Le tendió la mano, el oficial la aceptó vacilante y ella soltó una carcajada, con ambas manos en la cintura. – ¡Vamos, no ha pasado nada! ¡Salud todos! – y todos vitorearon, dirigiéndose a beber.

Mike se acercó al oficial, lo husmeó y arrugó la nariz. – Meado - dijo y nadie se atrevió a contradecir a un gigante de dos metros.

-¡Ese tipo está loco, me atacó a traición, es un psicópata!- dijo a los otros oficiales presentes, mientras se recomponía.

- Loca – le corrigió un oficial de las Tropas Estacionarias- la que te acaba de inmovilizar es Hange Zoë, Lider de Escuadrón. Ha sido considerada contigo, no quiso ridiculizarte más.

-¡Levi! ¿Lo viste? ¡La llave que estuvimos practicando salió muy bien! Tenemos que practicar otras más...-dijo Hange encantada.

Levi no le contestó. Estaba orgulloso de ella y demasiado excitado para responderle.