El internado ~Niall Horan y tu~

Cap.9: El árbol del jardín.

- So-solo estas bromeando…

Intenté mantener la calma porque realmente no estaba enfadada con ella.

-Llevamos juntos tres semanas.

Pero esa frase me pudo.

- ¡Llevas saliendo tres malditas semanas con ella y, ¿no eres capaz de decirmelo?! ¿¡Que tipo de relación de mejores amigos tenemos, Harry Edward Styles Cox!?

-Lo siento, no sabia como decírtelo.

Sin pensármelo dos veces, baje al cuarto de Isa, pasé sin tocar la puerta e ignorando los gritos de Harry.

- ¿¡De que vas!? ¿¡No tienes bastante con poner a todo el internado en mi contra y ahora me robas a mi mejor amigo!?

- Oye ___, relajate. Simplemente ha surgido el amor. Como tu y Niall… espera, a ti él no te quiere.

- Alejate de Harry.

- ¿Y si el no quiere alejarse de mi? -dice frunciendo el ceño vacilante.

-¡_____! -dice Harry llegando a la habitación- Niall ya ha despertado.

- Me importa una mierda, te dejo con la fabulosa de tu novia. -digo yendo hacia el pasillo.

Me dirijo hacia el jardín y me siento en el gran árbol.

Tenía ganas de llorar. Ahora estaba completamente sola. No me queda nada. Lágrimas se acumulaban en mis ojos y luchaban por salir, soy débil y no pude evitar derramar miles de lágrimas. Ojalá pudiera salir de este maldito lugar, pero ¿que haría? Me quedaría en la calle. No puedo salir de aquí a no ser que alguien venga a por mi. ¿Que haré cuando me echen de aquí a los 18? Viviré en la calle y morire de hipotermia. Seguro.

Han pasado tres semanas desde que Harry me dijo que salia con Isa.

Él empezó a pasar horas con ella, se convirtieron en días, y semanas. Ya no me habla. Niall se a alejado de mí. ¿Por qué? ¿Por qué todo el mundo se aleja de mi?

Ahora voy todas las tardes al gran árbol del jardín. Esto los fines de semana está prácticamente desierto, me he acostumbrado a la soledad.

Hoy, domingo, bajé al árbol como siempre.

Estaba intentando dibujar un pájaro que estaba justo en frente de mí, cuando se fue. Entonces decidí dibujar el jardín, comencé por los arbustos que habían en una lejana esquina. Cuando iba a continuar mi dibujo, vi entre los arbustos un zapato.

Decidí acercarme, coji el zapato, me iba a dar la vuelta dispuesta a llevárselo a algún profesor cuando vi un pie, moví un poco los arbustos para ver quien era y llevarle al interior del edificio, pero vi algo totalmente inesperado y traumático.

Charlotte, pálida, frágil, muerta.