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Vi en cámara lenta como reaccionaba a mi presencia y se apresuraba a taparse, encogiendose en la cama a medida se sentaba. Me miro con sus ojos cansados y bien abiertos, casi abrazando su cuerpo, y pude jurar que escuchaba sus pensamientos en ese momento. Compuse mi postura y me crucé de brazos, debía pretender que todo esto no era una sorpresa para mí... Nada debería serlo.

-¿Qué... Qué quieres?-su voz no sonaba igual de temblorosa que las últimas veces que hablamos, sonaba dudosa, viendome de esa manera peculiar que solía hacerlo cuando andaba sin camisa. Parecía esforzarse en no bajar de mi rostro-

- Venía a ver si te tomaste esto-agarré el jugo y lo moví frente a ella, sus ojos pasearon por la habitación con frenesí- que bien que no lo tomaste-giré 90 grados hacia el baño a vaciar el contenido en el lavabo-

- Sabía raro-a través del espejo noté que relajó su cuerpo y luego su mirada se dirigió a Jacket que estaba entrando al cuarto-

-Grethel le puso somníferos sin avisar-bufé, sacudiendo el agua sobrante de la botella y dejandola en el basurero, el cual ya necesitaba un cambio de bolsa. No solía tener el cuidado de atender el higiene de los rehenes, pero ya que estaba en mi casa... No mantendría sucio- limpia este baño-le indiqué volviendo donde ella- ahora-una de mis manos descansó en mi bolsillo-

-¿ahora?-asentí- no tengo con que, qué hago-trato de alcanzar el pantalón sin salir de la cobija, pero se rindió y de un momento a otro estaba sonrojada, poniendose rápidamente el jogger. Yo la miraba inexpresivo-
-solo la basura

Rápido fue al baño y volvio con la bolsa amarrada. Le indiqué que me siguiera, poniendome un abrigo de paso. Ella apenas con su ropa salió detras mío, tartamudeando algo. Miré alrededor, asegurando que nadie viera y le indiqué donde dejar la bolsa. El suelo tenía escarcha y se sentían finas gotas cubrir mi rostro. El invierno estaba llegando.

Tiriteando del frío, miro su alrededor y seguido el cielo con anhelo. Noté un fino deseo de gritar, de correr o solo tirarse ahí a disfrutar del exterior. Le dije que volviera, pero no pareció escucharme, al contrario sus ojos se humedecieron y sonrió cerrando sus ojos.

-camina-la fui a tomar del brazo, atento aún de nuestro alrededor. Ella no se rehusó, solo respiró profundo y exhaló con melancolía. Quise ignorar su pesar-

-¿Por qué haces esto?-su cuerpo temblaba y estaba eriza, buscando calor corportal. Entró a la casa y apenas dio un paso adentro, me volteó a ver- ¿Por qué me estás tratando así?

-¿Quieres agua?-ignorandola, fui hacia la cocina. No esperé respuesta y me dispuse a servir dos vasos de agua, no sin antes tirar la chaqueta en el sofá, dejando mi pecho nuevamente al descubierto-

-¿Es un juego mental?¿Intentan convencerme de algo o volverme loca?-sentía su mirada en mi espalda-

-oye, tengo una duda-le ofrecí el vaso y con dudas lo tomó- ¿Escuchas algo en ese cuarto?

-por favor respóndeme-su nariz se puso aún mas roja y notaba como tragaba las lágrimas-no entiendo qué es esto ¿Cómo un día me tratas como basura y al otro me das todo esto-jalo la camisa- y me das de comer?

-que hablas-me quejé y tomé agua-

-Zain, por favor dime- sus palabras me tomaron por sorpresa. Quise explotar en advertencia que mi nombre no era para que ella lo dijera, pero el enojo se quedó en mis ojos. No dije ni una palabra. Me miro con terror directo al alma y se tomó el agua de un trago, tal vez queriendo calmarse o con miedo que me enojara al no aceptar lo que le dí-

-Solo acepta lo que te damos y cállate-le arrebate el vaso y lleno de enojo lo deje en el lavabo junto al mío- ahora al cuarto, vete a dormir o yo que sé que haces-la tomé de la muñeca, dándole un jalón suave para hacer que se moviera. Esta vez se rehusó - muévete-la miré fijamente. Noté como su cuerpo empezaba a tener un temblor nervioso y le costaba mantener el rostro con neutralidad-

Fuego || Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora