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Disclaimer: escena de sexo explícito

Su cintura era pequeña entre mis manos, sus pechos eran suficientes para deleitar mi vista y su cadera se movía sobre mi miembro aún cubierto por el pantalón. Soltaba gemidos suaves, tomando con fuerza mis hombros. Yo me limitaba a disfrutar del sexo con ropa que teníamos en la sala.
Sus pequeñas manos soltaron mis hombros y sus movimientos se detuvieron. Al abrir mis ojos vi como con desesperación quitaba el sostén que aún cubría sus pechos y al dejarlos al aire, sus pezones firmes llamaron mis manos. Solté su cintura y tome sus pechos que encajaban en mis manos a la perfección y ella puso sus manos sobre las mías para exigir sin palabras más.

Pellizque sus pechos y los solté para acercarla a mi rostro. Jugué con la tentación, pasando mi lengua por sus pechos y apenas amagaba una mordida en tan sensible lugar. Su reacción era curvar su espalda hacia mi y mover de manera mas sugestiva su cadera, casi haciendo que mi erección rompiera la tela en busca de liberación. Mientras buscaba como exitar más su cuerpo, sus manos temblorosas fueron a parar en el elástico del pantalón de pijama y solo la insinuación de su mano entrando en la tela me hizo gemir desde la garganta, apretando la mandíbula.

-¿Alguna vez has hecho sexo oral?-intenté atrapar su mirada, pero solo al escucharme su expresión cambió a vergüenza y sus manos se detuvieron- ¿O te han hecho?-ella negó, tratando de evitar mi mirada. Mi cuerpo palpitaba de placer al pensar en su inocencia y vergüenza. Aunque no fuera yo el primero en penetrar su pureza, me proponía en ser el primero en hacerla temblar de placer solo al recordarme- de lo que te has perdido -susurré cerca de su oido, bajando lentamente mis manos por su cuerpo, sintiendo como se erizaba su piel-

Llegue al pantalón que vestía y lo jaloneé haciéndola ponerse de pie para dejarlo caer. La tenía en bragas, con sus mejillas rosadas y sus labios carnosos y humedos, algo que no veía desde las primeras dos veces que la vi. Su cuerpo era delgado, pero había mejorado en las últimas semanas, sus ojeras no eran tan marcadas y su cabello brillaba más. Por mi mente pasaron palabras que no pensaba muy seguido de una mujer... Era hermosa y tierna, no sabía si era un fetiche recién descubierto, pero me causaba más deseo verla algo avergonzada pero con la lujuria ganando su mente.

Me puse de pie frente a ella, superando su altura hasta dejarla a mis hombros. Su mirada se levantó a encontrar la mía y su pecho subía a bajaba. Con mis manos la atraje a mí y metí mis manos en sus bragas, agarrando su trasero ya de piel con piel, sin parar de verla a los pios. Ella mordio su lengua y sus manos se deslizaron por mi abdomen, pero claramente la vergüenza la detenía a hacer más. Mientras veía su mirada dudar, la hice temblar se sorpresa, abriendo su boca para tomar una bocanada dee aire. Una de mis manos estaba sobre su feminidad, atrapada en la braga. Uno de mis dedos presionaba su clítoris y el otro acariciaba con amenazas de entrar en ella. Una de sus manos agarró el elástico de mi pans y la otra estaba sobre mi mano, casi apretándola.

Esos movimientos me confirmaban que aunque una parte de ella tenía miedo y vergüenza, la otra la detenía a quitar mi mano o apartarme de ella, porque lo disfrutaba. Acariciaba más su húmeda feminidad y hacía círculos sobre su clítoris tan débil y sensible.

-Dios mío-se colgó de mí por un momento, sus piernas no la sostenían. Mi dedo medio iba entrando en su apretada vagina- Zayn-ronroneó apoyando su cabeza en mi hombro, yo solo sonreí. Ya no me importaba si decía mi nombre, su placer era tan satisfactorio como entrar en cualquier mujer-

-¿Te gusta?-hice un movimiento en su interior, poniendo mi otra mano en su espalda baja. Mi tacto frío erizaba su piel, caliente y sensible por la lujuria, todos sus nervios estaban de punta, no era bi capaz de responder mientras mi mano la masturbaba, obligandola a mantenerse en pie-

Fuego || Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora