3.3

222 14 0
                                    

Un olor a galletas inundaba la casa, había glaceado de colores preparado y una bandeja de galletas sin adornar estaba tapada sobre la alacena, esperando a ser terminadas. Tomé una y la destruí en mis manos, pensando. Salí de la cocina, me senté en el comedor y miré sobre la mesa piercings falsos, unas lentillas de color azúl y un par de gorros para Tess, preguntándome como la convencía de coorperar conmigo. Tomé aire con dificultad por la exasperación y me puse de pie, tirando la silla en la que estaba sentado. Ni un minuto había soportado sentado, no lograba estar no medio minuto quieto desde hacía ya 3 horas.

-Tess, abrea puta puerta a las buenas -volvía al frente de la habitación y golpeaba la puerta, pero no contestaba. Tomé aire y volví a hablar- pequeña, necesito que cooperes conmigo -fingía paz, para no asustarla. No quería volver a entrar con la llave como hacía unas horas cuando Grethel y su séquito recién se iban, Tess se había puesto realmente agresiva y no valía la pena explotar en rabia con ella-

-Entra -su palabra rompió mi guía de pensamiento y la puerta se abrió levemente, dejandome sin habla por un par de segundos-

Terminé de abrir la puerta y estaba ella a media habitación, viendo a la nada en una pose pensativa, inquieta. Pude leer sus pensamientos de confusión y frustración en un instante que alzó su mirada a la mía, que tan solo buscaba sus ojos desde el marco de la puerta.

-¿Te pusiste celosa?-no hubo ironía, ni burla en mi voz, era una sincera pregunta que salió sin previo aviso por mi boca. Ella detuvo su inquieta mirada por mis pies y empezó a temblar- ¿Tess?

- No eres igual que el primer día... Me preguntas, me platicas y pareces relajarte en mi presencia...-se sonrojó sin voltearme a ver mientraa hablaba, no paraba de temblar y sus manos estaban inquietas frente a su pecho-  pareces disfrutar cuando nos acostamos, pero -respiró profundo- te veo con otros y eres el mismo... Y me preguntó... ¿Qué...-su voz se desvanecía y palideció, con una conocida expresión en el rostro-

-¿Me tienes miedo?-di un paso hacia ella y se encogió en el lugar, juntando más sus manos a su pecho y sus músculos se tensaron. Un llanto de histeria la inundó y tapó su rostro- 

-Si-gritó sin previo aviso e incluso di medio paso hacia atrás, sintiendo en mi pecho una presión desconocida- Desde el primer día y en todo momento ¿Qué crees? Que soy feliz aquí, que estoy feliz de estar secuestrada y me siento tranquila con un asesino, un secuestrador que...

-Con el que has tenido sexo y al que le has implorado que te dé más placer. Ayer por la noche no parecias tener miedo mientras te extasiabas en MI cama -daba pasos pesados, acercandome a ella, imponiendome. Un enojo tan desgarrador creció desde la boca se mi estómago, diferente al que estaba acostumbrado, un enojo que rasgaba mi garganta y apretaba mi pecho -  te he complacido, te he permitido tanto, te tengo aquí por tu bien -estaba a punto de alzar mis manos con deseos de agredirla, pero sus débiles brazos colocándose en defensa me advietieron que no tenía la fuerza para aguantar y su fragilidad me detuvo- No deseo cumplir mi deber contigo-mi tono de voz fue suave, resignado. Ella abrió sus ojos con confusión y duda- no quiero asesinarte.

- ¿Qué? -su cuerpo perdió fuerzas y en reacción a su debilidad, su mano buscó mi brazo de apoyo, pero rápido apartó su mano y dio unos pasos para sentarse en la cama, con lágrimas saliendo sin aviso de sus ojos-

-Eso es lo que debería hacer contigo... No puedo dejarte ir, los que pertenecen al grupo al que pertenecía tu amigo te quieren muerta, hay grandes vacios en tu información como toda tu familia alemana así que desconfían de ti y sobre todo, no puedo arriesgarnos por ti, incluso sabes mi nombre -me traté de acercar, pero me rechazó-

-¿Por qué no quieres?-hablaba suave, débil-

- Me agradas -pareció decepcionada de mis palabras- ¿Yo te agrado o sostienes tus palabras anteriores? -rapidamente negó, pero se detuvo y entró en un leve pánico-

Fuego || Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora