JINMIN||The baby and WHY?

[02]

Jimin asomó su rostro por el marco de la puerta del salón, viendo Kim SeokJin muy bien sentado con un libro en manos, el omega dió una larga inhalada e ingresó rápido.

—¡Por favor!—chilló y se hincó frente al hombre juntando sus manitas, bajó su oreja y metió la cola entre las patas—¡Necesito el trabajo!—y para terminar su maravillosa actuación y lástima, extendió sus pupilas.

¡Se que en esta caes, maldito!

El alfa se cubrió la boca con el libro, expandiendo sus pupilas al ver al omega y aquellos ojitos de cachorrito triste.

¡Está cayendo...está cayendo en mi ternura natural! ¡Si!

—Awnnnn....—se puso serio—ya dije que no—avisó y le pegó con suavidad en la cabeza al omega con el libro—. Joven Park Jimin ¿Se puede saber qué hace? no es su hora de estudio.

—¡Quiero el trabajo, lo necesito!—dijo quejoso casi en un berrinche y se levantó entre gruñidos, mostró sus incisivos y luego dió una gran calada de aire, tranquilizandose.

¡Eres perfecto, por dentro y por fuera! ¡NO LO MATES, NO LO MATES!

—Lo hubiera pensado mejor si no me hubiese faltado el respeto ayer, joven.

—¡Por favor!—se hincó de nuevo suplicando—¡Soy un joven huérfano, tengo un hermanito desnutrido que alimentar y mi abuela murió hace años...¡Tenga piedad de esta noble alma!

—Noble es lo menos que tiene, ayer lo ví por la pastelería comiéndose cinco bizcochos ¡Noble yo, que no lo lleve con el decano por la falta de respeto!—rió divertido—¿Pero cúal es su afán? Ya déjeme en paz.

Jimin se levantó de nuevo, ya muy frustrado. Había conseguido cosas por su lindura, o bueno, aprendió que se podía conseguir cosas por el rostro tierno que heredó y gracias a eso hizo mucho uso de su sobrevivencia como omega en ese pueblo, ¿O era ciudad?

Como sea, tantos años, llevando una máscara perfecta contra los alfas, quienes caían derretidos a sus pies con decir un: Hola

¡Y este tipo no tiene plante que se le pare el pito por mí! ¡No, no...eres perfecto, por dentro y por fuera, como un bizcochito!

—Tenía mucha pena decir esto pero...creo que debo hacerlo. Desde el primer día que mis ojos se cruzaron con los suyos, supe que era divino.

—Por supuesto, soy guapo—admitió con mucha honestidad.

Jimin se quedó en blanco, escuchando un pitido dentro de su cabeza.

El rubio se imaginó agarrar una pistola de la nada y dispararse ¡Fuerza, paciencia con ese tipo!

¡Sigue con el plan, no lo mates, no lo mates...por dentro por fuera, para dentro para...eso ya no se escucha bien!

—El punto es que...usted me gusta—el omega volvió a expandir sus pupulas e hizo una pose de sumisión, bajando su cabeza y orejas invisibles.

Jin se quedó tieso como una piedra y subió de un solo su mirada ante el rubio. Soltó una gran carcajada y tiró el libro al escritorio.

—No-seas-ridículo—respondió para luego seguir riendo. Hizo una pausa y se acercó al omega a una distancia tan poco considerable que Jimin tragó duro, cuando el aroma de pino ingresó a sus fosas nasales.—Me temo que tendré que rechazar su declaración; pero...tengo a alguien que amo, y créame joven, que los omegas sumisos, no son mi tipo.

¿Su...miso? ¿¡Sumiso?! ¡Se supone que a todos los alfas le gustan los omegas sumisos, tiernos y-...¿Será masoquista?

Por el marco de la puerta apareció aquel pelirrojo con ojos color avellana que al ver al alfa, extendió su mano y saludo espléndido.