JINMIN||The baby and WHY?

[13]

Jimin abrió con lentitud sus ojos, contemplando bien cerca el rostro de aquel alfa, al reaccionar pegó un grito, ofreciendo un empujón al tipo hasta hacerlo botar de la cama, el omega se sentó y al sentir un dolor punzante en su parte baja, pegó un chillido, tocando su coxis.

—Q-que...demonios...¡Ah!

Kim SeokJin bufó en bajo, levantándose del suelo, notando el rostro de dolor del chico, sonrió un tanto divertido.

—A eso se le llama: Perder la virginidad.

—¡Callate, maldito!—chilló el rubio tomando la almohada y se la tiró al rostro del tipo—¡Ah! mi culo...ah...ah...

—¿Por qué estás gimiendo de esa for-..

—¡Dije que te calles!—gruñó tirando la otra almohada apuntando a la entrepierna del alfa, Jin soltó un quejido ante el golpe recibido—¿Te diviertes?—se quejó al escuchar una leve risa ajena.

—Como no tienes idea.

—No más me recupere y vas a ver mi ir-...¡Ay!—se quejó de nuevo cayendo de espaldas en la cama con los ojos bien abiertos y sus manos extendidas a los lados como si lo fueran a crucificar—sabía...que era mala idea.

Kim SeokJin sonrió ladino para salir del cuarto, contempló la sala viendo la cajas de medicina que el secretario le había dejado unas horas más temprano, así que se levantó hace una hora a recogerlas y meterlas dentro, tomó una, empezando a leerlas, ugh...esas medicinas le había salido como cinco mil dólares la caja, eran demasiado caras.

Se acercó al cuarto, tirando un frasco a la colcha, Jimin frunció el ceño con extrañeza.

—Te compré una caja entera, así que más te vale que te las termines todas—comentó con seriedad—. Por cierto, prepara las maletas que hoy nos vamos a nuestro segundo lugar turistico.

—¿H-hoy?

—No mañana—comentó con sarcasmo.

—¡Oye, no seas tan pesado! tu eres el que hizo la agenda de nuestra luna de miel y no me aviso nada—comentó quejoso—bueno...como sea ¿A qué horas nos vamos?

—En la tarde—comentó el alfa un tanto pensativo.

—Ya ni siquiera vi los venados—susurró en bajo con un puchero en los labios.

Jin hizo una leve mueca y salió de nuevo de aquel cuarto, tomó sus vestimentas para dirigirse a dar un baño en aquella fría mañana. El omega hizo un puchero, haciéndose ovillo en la esquina de la cama, recordando lo de la noche pasada, al tener aquellas imágenes del alfa desnudo siendo golpeado por la luz de la luna, lo hizo retorcerse de la vergûenza, poniéndose sus mejillas rojas con el recuerdo—ah...piensa en algo sano, semejante pervertido—susurró a sí mismo para cubrir su rostro con la colcha al tener otros recuerdos.

Jin terminó de arreglarse, se perfumó y contempló la puerta del cuarto del omega, de seguro el chico había vuelto a dormir, así que optó por salir. Ni siquiera tenía idea que al omega le gustaran los venados, así que estaba pensando en la forma de que el omega lograra ver uno, frunció el ceño y sacó su celular con una gran sonrisa.

—¡Secretario!—dijo con una voz bastante animada—¿Cómo está lo de la reserva del hotel que le pedí? —se escuchó una voz del otro lado—si...pedí la Suite—comentó con seriedad—gracias por las medicinas, me llegaron a tiempo, no vayas a comentara a mi padre al respecto.

El alfa apagó el celular, saliendo en silencio de aquella cabaña.