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Jimin soltó un enorme bostezo y tocó la puerta de la casa de Jin, agradeció el hecho que ya había dejado bien alimentado a su hermano menor o este llegaría a tomarlo de las greñas no más lo viera en la tarde y el rubio, prefería abstenerse a liberar ira. Amaba sus momentos de paz.

¡Era las cosas más glorificante que podía existir!

Iba dar su mejor sonrisa, sería la persona más amable del mundo y se recordaría que no debía matar a nadie.

La puerta de la casa se abrió, saliendo un Jin con los cabellos hechos atrás.

—¡Buenas tard-...

—Vienes un minuto tarde, es más, ya nos vamos—dijo el alfa que salió de la casa metiendo su cartera en el bolsillo del pantalón . Apretó la alarma del carro y se dirigió al transporte que estaba parqueado afuera, ingresó y notó al omega que se mantenía pensativo—¿Viene, joven Park?

—¡Si, buenas tardes! ¿Qué tal va todo, joven Park?—dijo el chico ingresando al carro y cerrando de un golpe—¿Se le ofrece algo? ¿Si me hace el placer de acompáñarme? muchas gracias.

¡MATALO, MATALO, MATALO!

Jin solo bajó sus lentes, viendo con extrañeza al rubio, sin decir más. El omega suspiró ingresando y cerró de un portazo la puerta, poniendo su cinturón. Porque primero su seguridad.

Jimin contempló al alfa por varios segundos, quien iba bastante tranquilo, sin decirle donde iban, el rubio se giró a ver tras el asiento del carro. Depositó su vista de nuevo en el alfa y apretó los labios, el ambiente se estaba poniendo tenso para su gusto. Así que contempló la radio y tocó un botón, saliendo una canción que hizo a Jin fruncir el ceño.

—¿Qué hace, joven Park?

—Quiero música, está muy aburrido.

—Está tocando mi carro, mi pertenencia. Debe pedir permiso si desea una canción.

—Oye, hace rato usted me obligó a ingresar en este carro, sin pedir permiso, así que tómala—dijo poniendo un cable para conectar su pequeño aparato de música—¡Oh como amo esta canción!—el omega dió una gran inhalada y juntó sus manos, para empezar a cantar; pero justo cuando ya estaba por soltar su voz. El alfa quitó el cable.

—Vamos a ir a una reunión, así que, necesitaré para que grabe mis conversaciones con las personas que mantendré una charla. No toque nada, no coma nada y no hable con gente extraña.

—¿Y si quiero ir al baño?

—Me pide permiso, no es gran ciencia.

—Por supuesto que lo será, imagínese que está hablando con alguien y luego se pone hablar con otra persona; pero debo estar grabando las conversaciones...¿En qué momento tendré la oportunidad de pedir permiso?

—Piensas en todo ¿No?—dijo un poco serio aquel hombre, soltando un largo suspiro.

—¿Podemos tutearnos? no nos llevamos gran diferencia de edad.

—Soy su jefe, joven Park, así que por el respeto que me debe, mi respuesta es...no.

¡MALDITO MALHUMORADO, CON CARA DE CULO! ¿¡DE DÓNDE TIENES TU LA PALABRA GUAPO EN TU ROSTRO, DESCARADO, LO QUE YO TENGO DE BELLEZA, A TI TE FALTA DE GRANDEZA! ya, tranquilo pequeño Jimin, recuerda que elmo no se enoja, elmo se cariñoso ¡ELMO NO MATA! ¡MATALO, ARGH!

—Comprendido—sonrió con sarcasmo, fingiendo dulzura.

¡OJALA TE DE UNA DIARREA EN MEDIO DE TU CONVERSACIÓN, MALDITO! no, no...¡Jimin, no! recuerda que enojarte te corta la vida, eres lindo...por dentro por fuera, perfección, perfección.

JINMIN||The baby and WHY?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora