Nothing to lose [Rubius]

CHAPTER IX - Primer objetivo.

[Narra R]
-Todo perfecto, ha pasado la semana de prueba. Así que la fusión ha sido compatible. -Me comunica el doctor. -Ya podría comenzar a hacer...ejercicio.
La miro mientras en doctor termina de hacerle el reconocimiento médico. He estado observándola estos días por las cámaras de su apartamento, parece una chica bastante serena y creo que tiene buenas aptitudes para desempeñar duros trabajos. Pero me sigue incomodando y desconfío porque es mujer, nunca te fíes de una dicen, y es por eso que yo en el tema femenino solo trato con robots. Para mantener mi apetito sexual a régimen.
-Perfecto, gracias por hacer esto de nuevo. T4 acompaña al señor a la salida. -El robot hace lo que le mando. Me siento en la silla de mi despacho cuando desaparecen. -Siéntate -La indico en la otra silla que queda justo enfrente de mi escritorio. -Vamos a comenzar tu instrucción, tu primera misión va a ser sencilla -Le pasó unos folios, los hecha un vistazo. -Ese de ahí es Roger Smith, un socio, bueno ex socio más bien. Creemos que nos vendió y yo no soporto a los sapos. Te encargarás de traérmelo aquí, con vida a ser posible y sin que nadie te descubra.
-De acuerdo.
-Veremos a ver qué tan buena eres. Ah, y recuerda tengo ojos en todas partes.
[Narra Kitana]
Conozco a este tipo, es el que nos dio el chivatazo en la última entrega del Señor R. Salgo de inmediato, sé dónde encontrarle. Voy con mi moto hacia el casino de la calle mayor. Primera vez que piso la calle desde hace semanas, estaba hasta empezando a echar de menos el bullicio, la contaminación y el calor de la ciudad. se me pasa por la cabeza escaparme para ver a Takeshi pero estoy casi segura que de una manera u otra me están vigilando, bien claro me lo ha dejado antes de irme.
Dejo la moto aparcada en la zona trasera y me dirijo a entrar por la puerta principal. Soy tía así que ni me piden identificación al pasar, el mundo sigue siendo bastante machista, a pesar de que ahora los tíos depravados tienen robots con los que satisfacer sus deseos sexuales. Encuentro  a Roger en la zona del póker, me acerco y me pongo a su lado. En cuanto me ve intenta darse media vuelta pero le pongo la mano en la espalda para que no se mueva.
-¿Que tal Roger? -Le digo sonriendo.
-Oye no sé qué quieres pero os di el chivatazo...
-Tranquio hombre relájate -Le doy unos golpecitos en la espalda. -Vamos a la parte de atrás.
Le cojo del hombro y lo llevo hacia ahí, intenta resistirse pero sin duda tengo mucha más fuerza ahora que él.
-¿¡Que quieres!? No sé nada de ninguna entrega más -Me pregunta agresivo pero por dentro sé que está acojonado. Otra cosa no tendrá pero este tío es el típico perro que ladra pero luego no muerde.
-Cállate y escúchame joder. Estoy metida en algo muy gordo y tú vas a hacer lo que te diga. Vamos a ir con el Señor R...
-¡¿Que!? ¿Estás infiltrada?
Le cojo del cuello de la camisa y lo pongo contra una pared que queda a su espalda.
-Vas a tener tu puto pico cerrado cuando lleguemos allí y a no decir ni pio. Si lo haces te llevarás un premio, conseguiré que te limpien.
-¿Que me limpien? ¿Por completo?
-Más limpio que una patena, parecerás un hombre nuevo -Le suelto y sonrio.
Claramente estoy mintiéndole pero este tío es tan tonto o (lo más probable) va tan colocado que ni se da cuenta de que es algo que no está a mi alcance. Sé que no me acompañará y se resistirá si no le chantajeo. Caminamos tranquilos de vuelta a la moto.
-Te sigo -Me dice mientras abre su coche con la huella dactilar.