CHAPTER XI - Donde más duele.

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-¿Que vamos a hacer Rubius? -Me pregunta Auron. -¿Creemos al tío o a la tía?
Me masajeo la frente.
-Debemos eliminarla antes de que sea un problema mayor -Añade Hachiro, el cual ha venido para contarme el plan que tiene previsto para desmantelar a los conservacionistas.
-¡Cerrar la puta boca! -Doy un golpe al escritorio. -¡Me ha costado mucha pasta incorporarla al equipo! Si resulta ser lo que el mierdas ese ha dicho yo mismo le meteré un balazo entre ceja y ceja. Mientras tanto la mantendremos vigilada, Mangel se encargará de controlar las cámaras de su apartamento y... -Se me abren los ojos, he tenido una idea fascinante...
*Unas horas después*
Bajo junto a Mangel y Hachiro al apartamento de Kitana, está mirando a través de la gran ventana de su apartamento.
-Se pasa horas así -Me susurra Mangel.
-¡Kitana! -Digo con alegria.
Esta se gira mientras nosotros nos acercamos, tiene una expresión seria. Mangel y yo nos sentamos en el sofá junto a ella, Hachiro se queda de pie a unos pocos metros.
-Estuvo muy bien lo de ayer, has superado tú primera mision -La doy una palmada en la rodilla, aparta su pierna disimuladamente. -Pero tengo otra misión para tí, no estarás sola ayudarás a Hacriro y más gente de mi equipo.
-¿De que se trata?
-¡La gran pregunta! Mangel, por favor -Este coloca una tablet enfrente nuestra y aparece el holograma del edificio de los conservacionistas. -Esta es tu misión. ¿Lo conoces? ¡El gran edificio de los conservacionistas! Fíjate, se ve desde aquí -Me levanto para señalarlo con el dedo.
-Lo lo conozco...¿Que tengo, digo tenemos que hacer?
-Destruirlo -Contesta Hachiro.
-Eso, gracias por adelantarte -Respondo de mala gana.
[Narra Kitana]
Estoy atónita, sin duda ante la confesión del puto Roger este es un plan perfecto para saber si estoy metida en el ajo o no. Destruir mi hogar, el lugar donde vive la única familia que conozco... No me queda otra, tengo que hacerlo pero también tengo que encontrar una manera de avisarles.
Tras aceptar la misión sin mostrar ningún tipo de duda Mangel y el robot se van. El señor R los sigue pero justo cuando llega a la puerta la cierra quedándose dentro.
-Tenemos que hablar Kitana... -Me dice en un tono que no habia escuchado antes.
Se acerca a mi lentamente mientras se quita su chaqueta dejándola encima de la mesa del comedor. Se sienta en el sofá y me invita a sentarme a su lado. Lo hago.
-Tenemos que hablar, oh espera -Saca su móvil y pulsa a algo- Camaras apagadas -Sonrie, ya sabía yo que las había. -Te noto apagada desde que estás aquí -Me mira compasivo, no me esperaba este tipo de conversación.
-Yo...No pensaba que esto sería así.
-Lo entiendo. Pero tengo que asegurarme de que mis trabajadores, sobretodo los que empiezan, no me la van a clavar por la espalda. Quiero fiarme de ti pero en mi trabajo no puedo hacerlo -Sonrie, me pone un mechón de pelo por detrás de la oreja. Yo aparto un poco la cara. Se está volviendo un poco turbio esto...
-Señor R yo...
-¡Señor R! Oh shit -Suelta una carcajada. -No me llames así, puedes llamarme Rubius. -Me acaricia el brazo.
Me levanto, me está poniendo nerviosa. Creo que sus intenciones son demasiado agradables.
-¿Quieres algo de beber? -Le pregunto para cambiar de tema.
-Una copa de champán -Contesta tajante.
-¿Blanco o tinto?
-Tinto.
Me acerco a la cocina y sirvo dos copas ¿Qué puedo hacer para deshacerme de él?
Aparece en la cocina cuando estaba a punto de volver, me quita una de las copas de la mano y da un sorbo. Me dispongo a volver al sofá cuando de repente me da un pequeño empujón haciendo que se derrame su copa en mi camiseta.
-¡Fuck perdona!
Hijo de puta, se nota que lo ha hecho aposta. Lo fulmino con la mirada.
-No pasa nada -Digo con una falsa sonrisa. -Voy a ponerme otra camiseta.
Llego al cuarto y saco una camiseta de la cómoda y me quito la que tengo llena de vino. Voy a recoger la que he sacado pero entonces unas manos tocan mi cintura lo que hace que yo me gire, al ver que es él doy un paso hacia atrás. Voy hacia un lado pero me acorrala contra la pared poniendo sus manos a ambos lados de mi.
-Eres preciosa -Dice tras unos segundos. -Hacia mucho que no conocía a alguien de carne y hueso como tú -Me susurra al oído mientras me coloca un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Bueno de carne y hueso no soy.
-Cierto, un pequeño sacrificio a cambio de que seas perfecta -Sonrie perverso.
Se acerca a mi rostro. Mierda. Me agacho y con rapidez salgo de esa encerrona.
-Creo que no deberías hacer eso, eres mi jefe -Sonrio aunque por dentro me apetece darle una paliza.
Suspira con fuerza y mira al techo. Acto seguido me mira de arriba a abajo y traza una media sonrisa.
-Esta bien -Pone la manos en alto.

Nothing to lose [Rubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora