Nothing to lose [Rubius]

CHAPTER XVII - No parece él.

La "reunión" no se alarga mucho más. Auron ha sido el último en irse, obviamente porque vive enfrente. Yo sigo aquí porque Rubius me lo ha pedido, espero que no intente hacer nada. Aunque lo cierto es que ha estado muy amable y gracioso con todos, ojalá tuviese esa actitud siempre.
-¿Te gusta esta planta? -Me pregunta mientras fuma un cigarrillo.
-Está muy bien.
-Tengo pensado hacer algo así pero a lo grande, quizás el último proyecto que haga en mi vida. Pero si sale bien me va a dar mucha pasta.
-¿Puedo preguntarte algo? -Digo con cuidado.
-Claro.
-¿Por qué quieres dejar todo esto?
-¿De verdad crees que lo voy a dejar? -Ya me extrañaba. -Estos no se lo han creído...Estoy muy quemado -Osea que es cierto, presto atención a lo que dice. Por primera vez creo que se está abriendo a mi. -Llevo casi 50 años haciendo esto. No te puedes imaginar lo que he ganado... y lo que he perdido -Se sienta a mi lado y continúa hablando. -En cierta manera...Bueno...Tu...Me has abierto los ojos. Te vi llegar aquí con ¿26-27? siendo humana y con ganas de emprender algo nuevo... Me has hecho pensar en todo lo que he sido y he vivido...Siendo humano. Ahora mismo, realmente, no soy nadie. No me preocupa hacer el mal ni hacer el bien, no me comprometo con nada, ni tengo una aspiración...No tengo nada que perder, porque tengo de todo y a la vez no tengo nada.
-Eso debe ser frustrante.
-No te haces idea...Perdón por haberte...fusionado.
¿Me está pidiendo perdón? No quepo en mi asombro. Todo lo que me dice, en cierta manera, lo entiendo. Y que se disculpe por haberme vuelto inmortal, por castigarme a no tener nada que perder igual que él. Sinceramente me parece un gesto bonito por su parte.
-Gracias...Aunque eso no va a cambiar nada. No va a hacer que yo me vuelva humana, ni te va a librar de que me sienta enjaulada y tampoco va a hacer que te vea de otra manera que no sea como un...
-¿Capullo? -Pregunta con media sonrisa.
-Algo así -Contesto con el mismo gesto.
-Es mi coraza Kitana...Aprincipio me ha incomodado verte aquí porque yo no soy un capullo las 24 horas del día ¿Sabes?...Ojalá pudiese explicártelo.
-¿Y por qué no puedes?
-Es complicado...
No me había percatado hasta ahora pero nuestras caras están prácticamente pegadas, siento el aire que expulsa demasiado cerca. Ambos miramos nuestras bocas y para cuando me doy cuenta, ya hemos unido nuestros labios. No es un beso salvaje en busca de sexo, no, es casi ¿Romántico? Me aparto a los pocos minutos y me quedo en silencio ¿Que acabo de hacer? Me he vuelto loca o qué, esto ha estado mal, mire por donde lo mire. Me levanto del taburete.
-¿Todo bien?
-Esto no está bien -Me doy media vuelta y bajo las escaleras corriendo, me cruzo a Mangel por el camino pero no le hago caso. Llego a mi apartamento y me extraña que pasen los minutos y él no haya bajado. Esperaba que viniera en busca de más.
[Narra Mangel]
He ido a ver si Kitana estaba en el apartamento pero me extraña que no haya vuelto, tenía que irse con Auron a que Alexby le entregase algunas cosas. Voy a subir a nuestro piso para ver si encuentro a Auron, aunque espero no hacerlo porque sino eso puede significar que algo malo le ha pasado. Ella no puede salir de ahí si no es acompañada con alguno de nosotros. Estoy a punto de coger el ascensor cuando la veo bajar las escaleras con bastante prisa, creo que ni siquiera me ve cuando pasa por mi lado ¿Viene del piso de arriba? ¿Que hacía por ahí y por qué baja con tanta prisa?
Oh no, Rubius... Seguro que le ha hecho algo.
[Narra Rubius]
Me quedo ahí sentado como un panoli. No se por que acabo de hacer todo eso. Abrirme contándole cosas de mi vida, disculparme y preocuparme. Son cosas que ya no hago ni siquiera con Mangel. Esta chica está transformándome...Y no sé por qué. Pasa un rato y decido levantarme para ir a la sala de las cámaras. Meto el código de su apartamento y aparecen en las pantallas que tengo enfrente las habitaciones del piso. La localizó en su habitación, terminando de ponerse una camiseta y metiéndose en la cama. La cantidad de dinero que pagaría por colarme entre sus sábanas (y lo que no son sus sábanas).
Empiezo a tener imágenes suyas en diferentes situaciones sexuales, no es la primera vez que me pasa. Así que, como ya me ha ocurrido anteriormente, me pongo cachondo. Sin pensarlo mucho (como suelo hacer con casi todo) saco mi miembro ahí mismo y comienzo a hacerme una paja. Me imagino haciéndola tantas cosas, en diferentes posiciones, contemplando su maravilloso cuerpo, dejando que ella también haga lo que quiera conmigo...Acabo corriéndome donde pillo. Recuperó el aliento tras un par de minutos y llamo a un T4 desde el móvil para que vaya a limpiar eso. Vuelvo cabizbajo al apartamento.
No sentía esto desde hace mucho.
Malos recuerdos Rubius, aléjalos.