Pain

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Atrapado entre las frías e indiferentes sábanas de su hogar esta un rubio de ojos tan azules y profundos como el mar, descansando y reflexionando sobre su existencia mientas un cuchillo aprecia sin más.

Su progenitora y sangre gemelar de su lado se habían esfumado sin más como los susurros en el viento y sus lágrimas en la estancia.

Su pequeño y puro corazón lleno de luz y amor poco a poco se quebraba llenándose de dolor, uno tan grande que desgarraba su alma como si tuviese la más fieras garras de un halcón.

Con apenas ocho años de vida sentía como su futuro prospero de felicidad y amor se hacia añicos con cada respiración que daba con dolor.

El hambre lo estaba consumiendo pero era incapaz de hacerlo desaparecer por completo.

Su padre desde hace mucho tiempo le dejó de observar, se va cada cierto tiempo y tarda en regresar.

Ya no le mira ni mima con cariño como alguna vez hace unos meses hizo.

Casi no esta y por ende lo rodea la soledad. No le puede cuidar y con eso no le alimenta, obligándole a salir al pueblo a ir a pedir algo de comer al resto.

O simplemente acabarse lo que tiene en casa e ir a buscar nueces por ahí, pues no sabía cocinar y por eso no era de utilidad...

Esto ya casi se volvía una rutina, una que poco a poco su felicidad desaparecía...

Le entristece el hecho de que su padre le abandonó, que los vecinos son los que lo cuiden junto con su abuelo.

Más ahora la ayuda rechaza sin dilación, esperando adelgazar a tal punto como un palillo quedar.

Motivos para vivir ya no cabían en su pequeño corazón, solo quería dejar de sufrir y con su madre y hermano estar en una pequeña reunión... Una vez más en el lugar donde las buenas almas van a parar...

El cielo parece un lugar hermoso...

Pero tristemente el mundo conspira en su contra, pues aparentemente todos le vigilan y se aseguran de que alimentos ingiera, que salga de su hogar y que deje esos buenos pensamientos atrás...

Pero no quiere eso... Solo... Solo...

Quiere que todo sea como antes...

Las lágrimas caen con más fuerzas y ese cuchillo finalmente lo asesta.

En su pequeño y frágil brazo la sangre poco a poco se abre paso...

Un grande y profundo corte se hace notar, el liquido rojo sale junto con sus lágrimas y todo su pesar.

Su can pronto huele la sangre y ladra desesperado, le busca innecesaria ayuda para detener el sangrado.

Pronto su abuelo llega con gran preocupación, trata de quitarle las lágrimas y enmendar su supuesto error...

Lamentable esto de cortarse pronto se haría una rutina, una de muchos años hasta que su destino se decida...

Un extraño susurro llevado por el viento viene y se cuela en sus oídos con audaz atrevimiento.

Algo extraño le dice y él solo lo puede escuchar, le dice algo que nunca podrá acatar:

"No llores hasta el final"

....
...
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Earthbound TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora