23.- "La Casa de los Soberanos"

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- Si control, enviaré las coordenadas para el helicóptero, el terreno está libre de sembradores, Alfa fuera. ||Dijo Edder mientras enviaba las coordenadas al mando.

Elizabeth y sus amigos habían llegado al suelo y estaban desenganchandose del edificio, estando ya en el suelo se dirigieron hacia Edder y los demás, la calle enfrente del ayuntamiento era bastante grande pero lo bueno era que el peligro ya había pasado.

- Bueno creo que para ser nuestra primer misión en éste escuadrón nos fue muy bien. ||Dijo Ethan bastante feliz.
- Estoy de acuerdo contigo amigo mío. ||Dijo Isabella.
- Bueno no de ustedes pero yo me muero de hambre, ya quiero llegar a la base para comer. ||Dijo Gael tocándose el estómago.
- Eres una muy buena líder Elizabeth, por si nadie lo había mencionado. ||Le dijo Déborah.
- Bueno el sargento no piensa del todo eso pero te lo agradezco. ||Contestó Elizabeth satisfecha.

Mientras ellos se acercaban al ayuntamiento al igual que Edder y los demás, los sobrevivientes estaban saliendo de su trinchera e iban hacia Edder y los demás, se alcanzaron al estar en medio de toda la calle, el sargento Wolf fue quien primero se acercó a Edder.

- Muchas gracias señor, enserio nos salvó la vida. ||Dijo quitándose el casco y estrechando su mano con la de Edder.
- Es nuestro trabajo y lo sabe. ||Dijo Edder con una sonrisa y colocándose su arma en la espalda.

Elizabeth y sus amigos llegaron a donde estaban los demás y entre todos se felicitaron por su gran trabajo.

- Sabía que podían hacerlo. ||Dijo Valerie con una sonrisa ||Ahora debo ir a ver a los heridos.
- No dudé ni un minuto de ti compañera nueva. ||Dijo David entre risas.
- ¿Enserio? Hace 10 minutos tú querías ser quien se encargara de las torretas porque sentiste que se tardarían demasiado. ||Dijo Blake riendo.
- No no no, eso no es cierto hermosa, no le creas al esteroides con patas. ||Dijo David con una risa nerviosa.

Elizabeth no sabía si reírse o sentirse un poco mal por ese comentario, ella sabía que había hecho un buen trabajo así que se ahorró el hablar.

- ¡Soldados! ¡Aseguren a los civiles! ||Gritó Edder no muy lejos de ellos.
- ¡Si señor! ||Gritó todo el equipo de Edder.

Los civiles iban bajando las escaleras de la entrada del ayuntamiento, estaban expuestos pero como el ataque se había acabado se sentían seguros a fuera, Valerie empezó a atender a los soldados y civiles que estaban más graves, había un total de cinco soldados y ocho civiles, si no hubieran llegado seguramente ya estarían muertos, había varios adultos y adolescentes y solo una niña pequeña, Elizabeth y los demás se acercaron a ellos para decirles que todo estaría bien, Elizabeth notó algo curioso en la pequeña niña que estaba ahí, al parecer estaba con su hermano mayor.

- Muchas gracias por venir por nosotros, enserio se los agradecemos mucho. ||Le dijo el chico a Elizabeth.
- No tienen que agradecer, ahora estarán a salvo. ||Le dijo Elizabeth.
- Vamos Sara dile gracias a la soldado por venir a ayudarnos. ||Dijo el chico dirigiéndose a la niña pequeña.

"¿Sara?"...pensó Elizabeth, la pequeña niña estaba detrás de las piernas de su hermano mayor, ocultaba su rostro y se veía que tenía miedo, miedo de Elizabeth, ella trató de acercarse a ella pero ella se alejaba.

- Perdone su actitud, ella normalmente no es así. ||Dicho el chico.
- No pasa nada, creo que sé lo que pasa. ||Dijo Elizabeth mientras se quitaba el casco, al momento de hacer eso la expresión de la niña cambió y Elizabeth se hincó para estar a la altura de la pequeña. || ¿Vés? No soy un monstruo, soy como tú, aunque claro, tú eres mucho más bonita que yo, es solo un casco...¿Quieres verlo?

Elizabeth tomó su casco y lo levantó a la altura de la niña, ella con menos miedo de acercó a Elizabeth y tomó su casco, lo empezó a inspeccionar de arriba abajo, nunca había visto algo así, se divertía al darle vueltas y al ponérselo, Elizabeth estaba encantada con la actitud de la niña de ver cómo jugaba, deseaba que el mundo volviera a ser así, en un momento Elizabeth giró su mirada hacia la derecha y solo se quedó viendo la calle principal y sintió escalofríos, se sentía muy nerviosa al igual que una gran presión, no sabía que era, todo estaba demasiado calmado y sentía que algo no iba bien.

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