KonoSuba: Bendita Sea Mi Suerte

¡Batalla por Axel!

Beldia, el Dullahan, general del rey demonio, un hombre que en vida aspiró a ser un noble caballero.

Se encontraba en su castillo, sentado en su trono, mostrandose pensativo, masajeando su propia cabeza la cual yacía en su regazo.

Llevaba tiempo pensando en aquel chico que le hizo frente en aquel pueblo de novatos, Kazuma.

El había pensado que su maldición era inevitable, hasta que aquel chico llegó y la bateó como si de una pelota se tratara.

Recientemente informó a su superior sobre ello, el rey demonio debía saber sobre esta amenaza potencial.

Finalmente, uno de sus siervos entró por la puerta.

Portador de noticias.

-mi señor-habló el no muerto inferior.

-solo escupelo-declaro Beldia y su lacayo asintió.

-se le encomienda erradicar Axel junto a la amenaza del descendiente de héroe-.

-hm...entendido, retirate-mientras su esbirro abandonaba la sala, Verdia tomó su cabeza y se puso de pie marchando hacia las puertas de la sala del trono-llegó el momento...-.

(Mientras Tanto en Axel)

Era un día normal en el gremio, o al menos eso parecía, sentadas en una mesa, comiendo con desgana, Darkness y Megumin se veían bastante decaídas.

Y como no, había pasado una semana desde que Kazuma desapareció y no volvió al Gremio, una semana desde que vieron...una cara totalmente diferente de el.

Una personalidad inhumana que les horrorizó, y les dejó mucho en que pensar, no conocían mucho a Kazuma, pero tuvieron buenas experiencias con el y cumplieron numerosas misiones, se preguntaban dónde estarían si no lo hubieran conocido...

Pero ese monstruo de aquella vez no era Kazuma, la Archi Priest, o mas bien, la sorprendentemente caida del cielo, la Diosa Aqua, les explicó que el arma maldita de Kazuma trata de corromperlo.

Pero tambien había algo que parecía inquietarle a dicha diosa, aun recuerdan sus palabras.

"Puedo reconocer naturalmente objetos malditos y maldiciones, y soy capaz de purificar cualquier cosa, pero esa...arma...si se puede llamar así...no se siente como un arma maldita, se siente como si fuera...algo más, algo peor"

Pudieron notar cierto miedo en la chica de cabello celeste, pero le tomaron la palabra.

-siempre supe que había algo malo con esa arma...-susurró Megumin decaída, Darkness, quien ocultaba su cara larga con su casco de león, miró a la maga y asintió estando de acuerdo.

-nunca le tome importancia a ese...objeto, sabía que un arma con un alma sellada era peculiar y poderosa pero nunca pensé que...podría llegar a causar un efecto tan...horrible-.

-has...¿tenido noticias de el?-preguntó Megumin, una pregunta recurrente durante los ultimos días.

-sé tanto como tu, se ha esfumado, desapareció...no se lo ha vuelto a ver en la posada en que se hospedaba, ni tampoco ha vuelto al gremio, puede estar en cualquier parte de la ciudad..si es que aun está en Axel...-la respuesta de Darkness provocó que la demonio carmesí soltara un suspiro.

-donde podría estar ese idiota...-.

*Alerta, Alerta, se notifica a todos los aventureros que se agrupen en las rejas de la ciudad, estamos bajo ataque!*