Capítulo 26:

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De camino a clase no dejaba de pensar en Alex, en las palabras que me había dicho el día anterior, en cómo tendría que mirarle cuando entrara en clase y el tener que sentarme a simples centímetros de él. Le quiero pero,  ¿debería perdonar? No lo sé.

Llegué varios minutos antes y decidí entrar en el baño de chicas para retocarme un poco el pelo. Seguramente alborotado por el viento que hacía.

Las puertas se abrieron y tras ellas entraron Ángela y sus dos "amigas", "amigas" que siempre la insultan a sus espaldas. ¿Conveniencia porque Ángela es la capitana de las animadoras? Al menos, a eso huele. Victoria cerró la puerta del servicio y se quedó apoyada en ella mientras me miraba con indiferencia.

- ¿Qué? ¿Tanta envidia tienes de que Alex me prefiera a mi? - Soltó Ángela dándome un golpe en el hombro.

- Ni me toques, ¿lo entiendes? -Dije con una mirada fría e indestructible.

- Mira Marta, no te acerques a mi novio. No quiero verte con él en ningún momento. Ahora está conmigo, me prefiere a mi, era cuestión de tiempo que se diera cuenta. Vamos, ¿tú y yo? Hay mucha diferencia cielo. - Contestó mientras se miraba el esmalte de uñas rosa fucsia que llevaba.

Mis manos formaron un puño y mis ganas de matarla no eran escasas, quería golpearla. Es una ilusa, ¿mejor que yo? ¿Se creía importante por ser "popular"? Es una estúpida.

- Si está contigo, créeme que no es porque te prefiera, si no porque necesita entretenerse con un juguete fácil y disponible. Una rubia tintada capaz de abrirse de piernas sin ningún problema, vamos "cielo" —la imité— ¿en serio piensa que eres algo para él?

Satisfecha con lo dicho me fui hacía la salida del baño, pero Ángela me estiró del pelo y Victoria me negó la salida. Julia, mientras tanto, sólo observaba.

-¿Te crees que te vas a ir así? - Me agarré a su chaqueta y le golpee, mientras ella me seguía agarrando del pelo sin intención de soltarme. - Vamos Julia, agárrala. - Soltó Ángela.

Julia me agarró por detrás dejándome inmóvil, por más que quería escapar de sus brazos no podía. Pesaba el doble que yo y era mucho más alta. Entonces Ángela me golpeó en la cara y yo solo pude darle una patada, ella reaccionó con más furia y me siguió golpeando, mientras yo no podía defenderme.

Cuando terminó con su cobardía se fueron del baño dejándome en el suelo sentada de rodillas. Me dolía el vientre de los golpes y me sangraba el labio. Esa estúpida no puede defenderse sola. De repente Alex entró en el servicio y me ayudó a levantarme, me sentía floja para poder hacerlo por mi misma.

- ¿Aplaudirás.. A tu novia por esto? - Dije con una sonrisa de maldad.

- No es mi novia Marta, no es nada y mucho menos después de esto. Juro que de las vería conmigo si no fuera porque es una chica. - Soltó sacando un pañuelo de su bolsillo y mojándolo en agua para limpiarme el labio.

- No necesito tu ayuda Alex. - Dije secamente.

- No me importa, no me importa lo que pase ahora mismo entre nosotros. No me importa que no quieras verme, ni hablarme, ni mirarme a los ojos. Pero me tendrás que matar para que me quite de tu lado ahora mismo. - Dijo mientras me puso el pañuelo levemente en el labio.

Mi estómago dio un giro y mi hervor subía considerablemente. Quería besarle, ahora, en el baño de chicas. Mientras me limpiaba y me acorralaba entre su cuerpo y la pared. Pero no, no debía hacerlo. Tenía que pasar página. Soy más fuerte que esto.

- Para Alex, ya es suficiente, tengo que irme. - Dije.

- Marta.. - Dijo mientras sus ojos brillaban.

- ¿Qué? - Pregunté.

- Yo.. Yo.. Nada, no tiene importancia. - Dijo mientras tiraba el pañuelo a la papelera.

Me fui sin decir adiós y llamé a mi madre para irme de allí lo antes posible.

Era idiota, no me quiere, no me quiso y no me querrá jamás. Ángela, quizás estuvo conmigo para ganársela a ella. Quizás lo hizo por eso, me mintió.

Eres mi futuro perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora