- Me sentí insegura, al ver que todas esas chicas te miraban como si fueses una golosina Alex. - Suspiré. - La mayoría son mejores que yo, y no aceptaba la idea de por qué estabas conmigo, ¡conmigo! No tiene sentido, ¿me viste bien? - Miré al suelo para no aguantar su mirada.
- Oh Marta, ¿en serio fue por eso? - Me levantó el mentón para que le mirara a la cara. - Te vi perfectamente, eres preciosa. Desde aquel día que te vi en tu ventana sonrojada por el frío me pareciste preciosa.
- Alex.. Yo no soy como ellas.
- Lo sé y quizás por eso esté enamorado de ti, ¿no crees? No vuelvas a pensar eso tonta.
Me besó tan dulcemente que sentí como mi mundo empezaba a dar vueltas, como su respiración y la mía se coordinaban, como..
- Chicos.. No es por interrumpir. Se nota que estáis en un momento muy romántico, pero educación física hoy toca en el gimnasio y el profesor os espera. - Dijo Javier mientras no sabía dónde mirar.
Entramos en el gimnasio. Educación física, el profesor Antonio Martínez, 'Tony' como le solían decir, era alto, moreno, ojos marrones y con la luz del sol tiraban a verdes, musculado, pero no demasiado, nunca me había dado clase, pero este año era mi profesor de educación física. Odio, odio, odio y no me cansaré de decir que odio hacer deporte, lo odio. Ahora se lleva para ser perfecta hacer 'deporte' para mantener la 'figura' yo no era de esas chicas, me gustaba comer helado viendo la televisión en vez de salir a correr por las tardes, pero aún siendo así no engordaba, mi 'figura' era igual que la cualquier chica que sí hacían deporte. Nunca entendí por qué.
Entramos en el gimnasio y por "suerte" Tony soltó:
-Ponerse en fila, haré equipos de 5 para jugar al fútbol.
FÚTBOL, FÚTBOOOOOL, ¿FÚTBOL? ¿ESE DEPORTE EN EL LOS CHICOS PEGAN PATADAS? Joder.
Me tocó en el mejor equipo, mejor porque estaban los mejores evidentemente, aparte de los que pegaban patadas pensé 'que suerte no me las darán a mi' éramos, Javier, Alex, mi Alex Robbinson, tan jodidamente guapo con la ropa de deporte, Marcos, Jorge y yo. Yo la única chica, me solían coger para los equipos de las primera. Yo que nunca hacía deporte, me llevababa bien con los chicos y queda mal decirlo, pero se me daba bien aunque lo odiaba.
-Marta, Dreeeew. Tú serás portera, ¿vale? Tranquila, no te llegará ningún balón. -Dijo guiñándome el ojo Javier.
Miré a Alex que miraba a Javier con cara de asesino, ¿por qué? ¿Celos? Sea lo que sea, me gustaba la sensación.
Sonreí a Javier y me puse los guantes. Llegan los pelotazos.
ME GUSTARÍA QUE COMENTARÁIS. MUCHAS GRACIAS. SIENTO NO ESCRIBIR MÁS SEGUIDO.
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Eres mi futuro perfecto.
Ficção AdolescenteMarta Drew es una chica que podríamos definir como "normal"con una conciencia juguetona y perspicaz, ella jamás ha destacado en nada, ni ha conocido el amor como tal más allá de las anécdotas que le contaba su mejor amiga Celia Rossel, con la cual s...