*33*El sello 2

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Sentir los labios de Ming en los suyos se sintió el cielo. Solo su roce, fue el cielo.
Wayo quería grabar en su memoria ese momento. Absorbió su mirada lo más que pudo. Quería más.
El frío invadió su boca, cuando el mayor se alejó.

- ¿Todavía crees que miento?- preguntó Ming, con ojos ilusionados.

Wayo negó con la cabeza.

En un segundo, el fuego del mayor lo envolvió. Invadió su boca, su pelo, su cintura. Hasta que se convirtieron en una sola llama, que danzaba y se avivaba en cada toque, cada caricia, cada nuevo e inesperado beso.

Wayo no podía creer lo que estaba sucediendo.
Una energía le subía desde los pies, le explotaba en el pecho y lo impulsaba violentamente hacia Ming.

Se aferraba con toda la fuerza, que sus cortos brazos le permitían, intentando fundirse en él.
Vibrando el deseo puro, un hambre voraz... necesidad.

Un extraño sonido lo sacó del hechizo.

Se soltó de su amigo, ya extrañándolo.
Lentamente, respiró y volvió a sus sentidos.
- ¿Qué estoy haciendo ?-se preguntó.

Volteó, para encontrarse a Phana con una cara de diversión que no esperaba ver.

- ¿ Interrumpo algo , chicos?

Wayo se miraba con Ming. Ninguno emitía sonidos.
Con un gesto de la mano, los frenó.

- No tienen nada que explicar.
Hace mucho tiempo me di cuenta que pasaba algo entre ustedes. Y los tuve que ayudar un poco, ya que no se enteraban.
No me agradezcan, o sí. Con una buena comida.
Pero primero arreglen su asunto, y acuérdense que están en el campus.
Nos vemos.

Phana se alejó, dejándolos ahí, más confundidos de lo que estaban.

La timidez los abrazó, y puso un paño de agua fría en su reciente incendio.

Tras unos momentos de silencio incómodo, Ming habló.

- ¿ Quieres que vayamos a algún lugar más privado, para hablar?

Wayo asintió afirmativa, y efusivamente, tratando de ocultar la emoción( sin lograrlo) ante la propuesta.


En el Silencio De Nuestra AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora