-- Estoy seguro de que te perdona.
--¿Cómo estás tan seguro?
-- Por lo que me has contado de él. Tu lo querías muchísimo y él a ti. -- Apoyando la frente en la espalda de Tex.
Thomas nunca pensó que llegaría a estar así, abrazando por la espalda a un chico. Además, el mismo chico que la primera vez que lo vio le arrebató a la mitad de su familia. No, se dijo. Tex no tenía la culpa, era del director. A Tex le habían arrebatado su adolescencia, al igual que a los demás, y lo habían convertido en lo que era ahora. Además, le quitó a la única pizca de amor que le quedaba. Y él sólo había decidido entrar en aquel circo.
Por esos motivos Thomas quería ayudarlos. Quería ayudarlos a que salieran de allí, a que recuperaran sus vidas. Había cosas que él no podría cambiar, no podía devolverle la vida a Christian y tampoco sus cuerpos individuales a Anna y Allen, pero podía ayudarles empezando por salir de ese horrible circo. Luego ya vendrían otras cosas, pero esa ahora era su prioridad.
Se separó de Tex para mirarle de frente.
-- ¿Estás mejor? -- preguntó, aunque sabía que era una pregunta absurda.
-- Sí, gracias. -- Se secó rápidamente las lágrimas. -- No pude contenerme.
-- No te preocupes, es normal. Llorar por los seres queridos perdidos... --la voz de Thomas fue apagandose poco a poco.
-- Lo siento. -- dijo Tex.
-- ¿Eh? -- Thomas le miró confuso.
-- Siento mucho lo que pasó con tu familia. Yo... No quería. Aunque tampoco decidí lo que me hicieron en La Sala. También estoy seguro de que Anna y Allen lo sienten de veras. El simple hecho de ver sangre... Bueno, ya sabes.
-- Lo sé, y os perdono. A todos. Salvo al director. Ese capullo va a arder en el infierno por lo que nos hizo a todos. Sé que vosotros tenéis más motivos para odiarlo y entenderé que queráis ser los primeros en vengaros, pero yo también voy a hacerlo. Por mi familia. -- Dijo Thomas decidido.
-- ¡Wow! ¡Así se habla, Thomas! -- Se oyó la voz de Anna desde la puerta.
Thomas se giró, sorprendido, viendo allí a los siameses y a Micaela, que le sonreían.
-- ¿Cuánto tiempo llevais ahí?
--El suficiente para escuchar lo último qué dijiste. -- Respondió Allen.
Thomas sonrió también, aunque con algo de vergüenza porque no se esperaba que los demás le escucharan también. Salieron de la habitación y Micaela y Tex se quedaron más rezagados. Thomas comprendió que querían hablar a solas y entonces se acercó a los siameses.
-- Pues yo que emparejaba a Micaela con Tex... -- Decía Allen.
-- Harían linda pareja, pero si Tex es gay no van a acabar juntos. -- Dijo Anna.
-- ¿Y vosotros?
-- ¿Nosotros? -- Preguntó Anna como si no comprendiera.
-- A Anna no le gustaba nadie. Afirmaba que nunca le iba a gustar nadie.
-- Y lo sigo afirmando. Sin embargo a ti te gustaba una chica, como se llamaba...J...
-- Eso no tiene importancia ahora, --dijo Allen sin dejar terminar a Anna.-- A parte, que mas da. No la voy a volver a ver. Y también...¿quién nos va querer ahora? En el supuesto caso de que logremos salir de aquí nadie se enamoraria de unos siameses.
-- Allen, no seas pesimista. Seguramente habrá alguien en el mundo que os quiera por como sois. -- Añadió Thomas.
-- Thomas, eres demasiado optimista. Si estuvieras en nuestra situación lo enterias. -- Replicó Anna. -- Mi hermano tiene razón. Tiene toda la razón del mundo -- Añadió más bajo.
Llegaron a la zona principal del circo (osea, a la entrada. Dónde empezó todo). Cuando Micaela y Tex les alcanzaron se dividieron para inspeccionar el lugar. Quizá encontraran una salida secundaria que no habían visto o alguna manera de abrir la entrada principal. Cada uno por su lado miraron todos los rincones de la estancia. Micaela miró detrás de las jaulas, encontrando sólo un pequeño ratoncito allí. Anna y Allen sólo encontraron polvo, polvo y más polvo, nada interesante. Tex encontró unos fragmentos de cristal que no sabía de dónde podían haber salido, pero llamó a los demás.
-- Chicos, podemos rajar la lona de la carpa con esto y salir de aquí. -- Micaela miró a Thomas.
-- Thomas, ¿no habías cogido un cuchillo en La Sala para hacer exactamente eso?
-- Es verdad, ya me había olvidado.
Thomas sacó el cuchillo el bolsillo de su chaqueta y se dirigió la la lona. Los artistas le observaban, viendo lo cerca que estaban de su libertad, sin darse cuenta de que dos figuras más allí les obsevaba entre las sombras. Una, la más baja, se dio la vuelta y desapareció de nuevo por el pasillo mientras que la más alta sonreía con malicia. Lo único que pensaba en lo ingenuos que eran esos críos si pensaban que escaparían tan fácilmente.
...
(5 minutos antes)En el despacho del director, este daba vueltas caminando, mientras le explicaba a la otra persona que se hallaba allí su plan maestro.
--¿Lo has entendido? --Preguntó una vez acabó de hablar.
-- Perfectamente. ¿Pero estás seguro de que no desconfiaran de mi? -- Preguntó la voz femenina.
-- Estoy seguro. No conocían de nada a Thomas y aún así confiaron él y le contaron todo sobre ellos. Contigo harán lo mismo si interpretas bien tu papel. Pero, por si acaso, gánate su confianza.
-- Bien entonces. Iniciaré el plan lo antes que pueda.
El director sonrío.
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Quiero aclarar un par de cosas:- Puede que alguna cosa sonase homofobica, y lo puse así a posta ya que, teniendo en cuenta la época, es normal.
- En la parte en la que dicen Anna y Allen que nadie podría amarles por ser siameses lo puse así porque es su forma de pensar. No es que odie a los siameses (si fuera así no los pondría en una historia)
Ahora si, gracias por leer hasta aquí. Queda poco para que acabe El circo... ¡La primera parte! Jeje pondré una segunda parte (cuando acabe esta y haga una portada) pero ya os aseguro ahora que va a seguir habiendo circo y con toda probabilidad será una segunda parte con mucho salseo :)
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El circo
Mystery / ThrillerAdentrate en este escalofriante circo en donde nada es lo que parece, en los peligros sin fin que lo rodean y conoce a sus tétricos personajes.Este circo una vez estuvo lleno de vida pero...¿qué pasó para que todo el mundo lo abandonara?