11 Dolorosos recuerdos

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Si eres una persona sensible, te recomiendo tener pañuelos a tu alcance.  

Thomas estaba parado ante aquella horrible escena. Anna y Allen parados en frente de el cuerpo de unas siamesas, y Tex y Micaela por otra parte, en frente del cuerpo que Thomas apostaba que era el de Christian. No sabía detrás de quienes ir y lo único que pensó fue: <Si Lily estuviera aquí ya se habría desmayado.> ¿Por qué pensaba de repente en Lily? Era la chica que antes le gustaba, pero estaba convencido de que jamás volvería a verla. Aunque la verdad es que le recordaba a Micaela un poco. ¿O Micaela le recordaba a Lily?

En fin. Decidió dejar de pensar en Lily y centrarse en lo que estaba pasando. Debía hacer que volvieran, pero Thomas vio que estaban en estado de shock y no sería fácil. Por lo cual decidió entrar él también en la sala, para saber exactamente que estaba pasando. Primero fue al fondo, junto a Anna y Allen. Por el camino pasó al lado de Micaela y Tex, pero decidió no mirar. Ya lo haría luego, después de ir junto a los siameses.

Cundo llegó junto a Anna y Allen, se paró por un segundo a ver a las siamesas que estaban allí. Tenían el pelo castaño, pero más oscuro que Anna y Allen. Y sus ojos, como no podía ser de otra manera, eran azules. 

-- ¿Las conociais?-- preguntó Thomas. Ambos asintieron.

-- Son Jennifer y Lucy. -- Dijo Anna y se volvió hacia Thomas.-- Eran amigas nuestras antes de que fueran a La Sala. También eran gemelas. Al parecer no sobrevivieron...

--...y luego nos crearon a nosotros. -- Terminó Allen la frase.

Thomas no sabía muy bien qué decir como consuelo...o por acabar con aquel silencio incómodo. Entonces los dos hermanos se levantaron y, tras una última mirada a las que habían sido sus amigas, fueron junto a Micaela y Tex. Thomas se volvió y los vio a los 4 juntos. 

Anna y Allen lucían como si no supieran qué hacer, seguramente porque nunca habían visto a Christian. Por otra parte, Micaela estaba sollozando en el pecho de Tex, el cuál la abrazaba, evitando ver el cuerpo de Christian. Thomas apoyó la mano de el hombro de Tex en señal de apoyo y luego miró a Micaela. Sabía por lo que estaba pasando, él mismo había perdido a toda su familia en 1 solo día. Entonces, Thomas empezó a recordar los momentos felices que había pasado con su familia. Cuando iba al parque con sus primos...cuando ponía el árbol de Navidad con sus padres...los fuertes que hacía con su hermana...

-- Thomas.

Era Tex. Thomas los miró y dándose cuenta de que él mismo estaba llorando. Micaela se levantó y, tras limpiarse las lágrimas, se acercó a él para abrazarlo. Aquello de algún modo lo reconfortaba bastante. Entonces, Thomas giró la cabeza, aún en brazos de Micaela y miró el cuerpo de Christian. De pronto le empezó a doler la cabeza, por lo que cerró los ojos y un rato después se separó de Micaela y se limpió él también las lágrimas. 

Decidieron salir de aquella habitación, aunque Micaela no quería dejar allí a Christian. Salieron de la habitación todos a excepción de Tex, que iba a salir por la puerta cuando dudó y dio media vuelta. Su mirada se dirigió al cuerpo de Christian. Se acercó de nuevo a él y se sentó a su lado. Pasó la mano por la mejilla de Christian, acariciándola, y por debajo de su ojo, el que era de color verde, aunque los tenía cerrados. Aquel ojo que tenia pintado con flores para cubrir una herida de tiempo atrás, de uno de su castigos. Tex sonrió amargamente recordando cuando le hicieron aquella herida. Se habían pasado toda la noche abrazados, aunque aquello no aliviara el dolor del su ojo, Christian dijo que le hacia sentir mejor.

<Ojalá pueda estar siempre entre tus brazos. Me hace sentir que todo irá bien>  <Todo va a ir bien, Christian. No dejaré que nada malo te pase.> Le había contestado Tex, besando su frente.

La sonrisa de Tex se borró y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-- No pude protegerte. No pude evitar que esto sucediera. -- Su voz se quebró.-- Te echo tanto de menos... 

Las lágrimas corrían sin control por sus mejillas mientras interiormente deseaba con todo sus ser poder volver atrás y poder pasar más tiempo con él. Pidiéndole perdón por no haberle protegido como le había prometido y también diciéndole que lo amaba. Al mismo tiempo que no podía parar de llorar, puede que incluso más que lo que había llorado cuando se enteró de que había muerto. 

Aquella noche había sido la peor de su vida, había perdido a la persona que más amaba y en el fondo, aunque sabía que había sido el director que el se lo había arrebatado, Tex se culpaba por no haberle frenado y decirle que lo intentaran los dos juntos más adelante. 

Entonces sintió que alguien se apoyaba en su espalda y lo abrazaba por atrás. Por una milésima de segundo pensó que era Christian, ya que él siempre lo abrazaba así cuando estaba triste. Pero entonces oyó la voz de Thomas.

-- Estoy seguro de que te perdona.  



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