IMPREGNACION

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Parte 1/ 10

Continuara.
Pg.10

¡Atrápenlo!. ¡Atrápenlo!.. Cierren las compuertas, no dejen que salga, si es necesario ¡atenlo!.

Estas eran las palabras del sumo sacerdote, a los jóvenes discípulos al presenciar como Wen-Ning hacia hasta lo imposible por escapar, y saltar las altas gradas que dividían al pueblo del templo, uno de ellos logro emitir un sonido muy agudo, tan fino y estridente, chirrante que atolondro los sentidos de Wen Ning, dejándolo por un segundo inmóvil, al taparse los oídos, no podía moverse debido a tal sonido, incapacitándolo a reaccionar.

Pero nada podía impedirle que cumpliera su cometido,  levantándose con mucho ahínco, emite un gran rugido, para liberar la presión que sentía sobre él, siendo la figura  del general que salió a su exterior para librar este obstáculo.

¡Atrápenlo!. Continuaron los gritos de los discípulos, amarren sus manos, sostengan su cuerpo con las cuerdas oscuras, atrapen al demonio. ¡Que no cruce el portal!

Wen Ning, al sentir que se acercaban estos hombres, los tomaba del cuello y los arrojaba de un solo tiro con todas sus fuerzas,  haciendo que ellos cayeran, golpeando muy fuertemente el piso con sus cuerpos al  hacer contacto.

Algunos lograban levantarse, mientras que otros, no lo podían hacer por las fuertes lesiones, siendo esto presenciado por el sumo sacerdote decide dejarlo ir,  al ver la desventaja  de sus   jóvenes estudiantes.

.- ¡Déjenlo ir!

No es necesario que expongan sus vidas, él podrá irse, pero no podrá ingresar de nuevo, evocare  los antiguos escritos sagrados, y realizare el “Gran Manifiesto del Cantico de Protección”, hecho por nuestro Gurú, gran maestro espiritual. Entonces tampoco ellos podrán salir nunca más.

.-¡Maestro!, exclamo uno de ellos.  No puede hacerlo, esas personas  no pertenecen aquí, y que sucederá cuando también ellos deseen irse, tendremos que decirles por qué no podrán hacerlo, nosotros no podemos…….  ¡Silencio! .- fue la imposición de este a su discípulo.

No estoy pidiendo sus opiniones, es una situación que requiere medidas extremas, nadie entra y nadie sale del templo, ni del pueblo. Avisen a los ancianos, deben estar pendientes de lo que pueda pasar.

¡Si, mi señor lo haremos!.- Contestaron todos a una sola voz.

Al salir del pueblo, después de haber cruzado los arrecifes y estando en la superficie, Wen Ning, se siente sumamente cansado, las ondas sonoras emitidas por ese estridente sonido ha removido en él, algunas escenas olvidadas de aquel personaje que habita en su interior, el “General fantasma”.

¡Hermana!... ¡hermana!..  ¿Dónde estás?.    ¡Duele! (aquellas voces  empiezan hacerse oír).

Todos los lamentos de aquella noche, cuando ingresaron a  la fuerza y se llevaron a todos, sin darles tiempo a defenderse, en los Túmulos de entierro.

Los lamentos de la abuela, el  tío, e incluso el de A-Qing. Han regresado a la mente del joven Wen, cuando estos eran quemados vivos, o tirados al piso como animales, para ser golpeados sin piedad, ni contemplación. 

El ruido de aquellas cadenas, que lo mantuvieron cautivo, aquella sumisión que soporto al ser tratado como marioneta,  para solo servir a fines y crueles objetivos, habiéndose ganado la fama del temerario fantasma.

Pero de la nada,  una dulce melodía de una tierna voz, emerge de la nada, A-Qing está en él.

…. ¡No llores!.. ¡Todo  está bien!..

Recuerda, tú eres alguien especial, yo estoy a tu lado,  y nada te pasara. ¡No temas!..
A-Ning, mi querido hermano, la abuela, el tío, yo, todos estamos bien, y cuidando de ti, solo no temas, siempre guiaremos tus pasos, ya no recuerdes… Ponte de pie, tú eres un guerrero, un valiente guerrero, y te necesitan.

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