𝘚𝘰𝘴𝘱𝘦𝘤𝘩𝘰𝘴𝘰 #11 - 𝘓𝘰𝘷𝘦

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Remiel soltó un suspiro y comenzó a juguetear nerviosamente con sus manos, además de que también tenía una expresión muy seria que parecía de preocupación.

—¿Qué sucede?— le pregunté curioso al verlo así.

—Lamento decírtelo pero— hizo una pausa, tomó aire y me miró —El siguiente sospechoso es alguien ya ha estado en una lista así anteriormente.

Me quede sorprendido por unos segundos, pero por alguna extraña razón mi mente pensó rápidamente en quien podría ser esa persona, la única que ya había asesinado anteriormente, que yo supiera.

—Courtney— susurré.

Remiel apretó los labios y desvió la mirada.

—Yo... perdón ¿vemos sus motivos?— dijo nervioso, podía sentir su incomodidad.

Ni siquiera respondí, pero Remiel comenzó a mostrarme. Sabía que tenía que ser ella, estaba casi seguro y la verdad es que presentía que estaría en mi lista.

Repentinamente me vi, estaba en una cabina de radio, sentado en una silla con rueditas, con unos audífonos en mis oídos y recargando mis codos sobre la mesa de madera; no recuerdo muy bien lo que pasó en aquella ocasión, había hecho cientas de esas entrevistas y sinceramente me sentía algo asustado y ansioso por volver a vivirlo, no quería recordar lo que sea que haya ocurrido.

' Me volví a acomodar en la silla, pues no podía quedarme quieto ya que me encontraba algo incómodo, el locutor tenía cierta vibra pesada y hacía preguntas o comentarios muy personales sobre temas que no le incumbían.

—Y dime, Julian, después de todos estos años ¿qué nos puedes comentar sobre aquello que tuviste con Courtney Love?— habló el locutor con picardía.

Tragué saliva, no sabía que responder, tenía ganas de decirle que no le importaba, pero no podía hacerlo, menos cuando teníamos a tanta gente escuchándonos.

—Lo que tuvimos no significó nada y han pasado muchos años, ya lo olvidé, no entiendo por qué lo sacas a conversación— respondí, riéndome nervioso.

—Bueno, yo solo decía, todos tus fans siempre preguntan sobre ello— explicó.

—Cambiemos de tema— le pedí amablemente, con una sonrisa falsa, y él simplemente se vio obligado a hacerlo. 

La entrevista continuó de manera normal, afortunadamente el locutor modificó un poco su manera de hablarme, pues se había percatado de que no podía llevarse conmigo, así que no me volvió a preguntar sobre Courtney u otras cosas personales. 

Al terminar, me dirigí hacia el estacionamiento del lugar y busqué mi auto, su color rojo resaltaba así que no me costó nada.

Mientras buscaba las llaves y le quitaba los seguros, sentía mi celular vibrar una y otra vez en el bolsillo de mi pantalón; cuando me subí al auto, lo saqué y lo revisé, eran mensajes de un número desconocido, no tenía ni idea de quién podría ser, pero mi curiosidad me llevó a leerlos.

"Aunque siempre lo niegues, yo sé que nunca podrás olvidar lo nuestro" decía uno de los mensajes.

Me sentía confundido, pero continué leyendo para averiguarlo.

"¿Acaso no recuerdas lo que hacíamos en el baño? Apuesto que tu esposa no lo hace como yo" 

"Siempre serás mío"

Después de leer todos los mensajes, estaba seguro de que era Courtney, no había nadie más con quién podría haber hecho eso y probablemente me escuchó negándolo en la radio, por lo que decidió mandarme mensajes desde un número extraño.

Bloqueé aquel número y guardé mi celular, para después comenzar a conducir.

Estaba claro que ninguno de los dos había olvidado lo nuestro, pero al parecer ella aún seguía sin superarme, no comprendo por qué, ni siquiera fuimos pareja, solamente éramos un par de amigos en lujuria. '

Parecía algo sin mucho sentido, pero si tenemos en cuenta el historial de Courtney, ella no necesitaba grandes motivos para asesinar a alguien.

—Aún recuerdo cuando me confesó que contrató a alguien para matar a Kurt— le dije a Remiel, bajando la mirada.

—Oh, yo no sabía— contestó.

—Está loca.

Probablemente sea una de las cosas más impactantes que me dijeron en mi vida.  Ella y yo estábamos en una fiesta que organizó en su casa, todos estaban extremadamente drogados mientras tomaban, bailaban, cantaban o se tocaban apasionadamente en una esquina, a nadie le importaba nada en lo absoluto, yo incluido, era demasiado joven e igual estaba metido en eso, solo quería pasarla bien.

Me llevó a su habitación, sabía lo que significaba, pero estaba tan drogada que cayó al suelo y no pudo levantarse, solo se sentó ahí y comenzó a desvariar, así que yo solamente la miraba y le respondía, no iba a dejarla sola en ese estado, fue entonces cuando me lo confesó todo. "Yo maté a Kurt, contraté a alguien para que lo hiciera, odiaba a ese maldito" era todo lo que decía, y por supuesto, yo estaba en shock, nadie, absolutamente nadie mentiría con algo así aunque estuviera drogado. La conocía lo suficiente como para saber que decía la verdad.

Nunca le pregunté sobre lo que me dijo esa noche, pero tampoco quería averiguar más de la cuenta, así que comencé a distanciarme de ella.

—¿Kurt también tuvo una lista como la mía? ¿Estuvo contigo?— le pregunté a Remiel, y él asintió.

—Claro, aunque él tuvo una lista mucho más corta que la tuya— respondió encogiéndose de hombros — y debo admitir que tenía un carácter fuerte, me alegra no haber convivido mucho con él.

Me estremeció un poco el hecho de que yo tuviera una lista larga... ¿eso significaba que más gente me odiaba?.

—Nunca pensé que él fuera así— comenté.

—Ya te he dicho que la gente no siempre resulta ser como pensamos.

Me quedé pensativo un momento, hasta que se me vino a la mente algo más.

—Entonces Kurt no adivinó que Courtney lo asesinó ¿cierto? ¿A quién escogió?— estaba haciendo demasiadas preguntas, pero no me importaba.

—Escogió al tipo que le vendía la droga, tenía muchos problemas con él— respondió Remiel brevemente.

Si yo hubiera sido Kurt, tampoco hubiera sospechado de ella, pero como siempre he sabido la verdad, claro que sospecharía de ella, es la única en mi lista que ha asesinado ¿qué tanto le costaría hacerlo otra vez? Absolutamente nada.

Remiel posó una mano sobre mi hombro y yo solo lo miré, intentando descifrar por que lo hacía, y algo me hizo sentir un vuelco en el estómago.

—Has terminado tu lista— me dijo —es hora de que pienses bien las cosas y tomes una buena decisión.

Mi corazón se aceleró, estaba a punto de entrar en pánico, pero logré controlarme un poco, necesitaba estar tranquilo para poder pensar correctamente.  Solté un suspiro, mientras que me prometía a mi mismo que si lograba descubrir al culpable, lo haría pagar, hasta que se arrepintiera de todas las formas posibles.

11th Dimension (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora