𝘛𝘩𝘦 𝘦𝘯𝘥 𝘰𝘧 𝘭𝘪𝘷𝘪𝘯𝘨 & 𝘵𝘩𝘦 𝘣𝘦𝘨𝘪𝘯𝘯𝘪𝘯𝘨 𝘰𝘧 𝘴𝘶𝘳𝘷𝘪𝘷𝘪𝘯𝘨

411 43 7
                                    

¿Qué fue lo que sucedió después de que me dispararan? No lo sé.

Con pesadez abrí los ojos, el dolor de mi pecho y abdomen se había ido, me revisé las supuestas heridas y no había absolutamente nada, estaba como nuevo.

No sabía ni que estaba pasando, si desperté, debería haber sido en un hospital, pero me encontraba recostado en el suelo en un lugar totalmente oscuro con varias luces a lo lejos, haciéndolas ver diminutas.

Miré a mi alrededor y no había nada más, provocando que comenzara a entrar en pánico.

Se suponía que había muerto, pero ahora despierto en un lugar oscuro, feo y totalmente desierto. No podía ser verdad.

—¡Julian! Has despertado— habló una voz masculina, al parecer muy efusivo de verme despierto.

Por más que lo intentara, no veía a nadie más, solo lo escuché.

—Uhm... si, desperté, eso creo— respondí confundido, sentándome con las piernas cruzadas.

De la nada, escuché pasos acercándose a mis costado derecho, y al mirar hacia esa dirección pude ver algo que jamás hubiese imaginado; Un hombre alto, delgado, de tez clara y caireles rubios, vestido con un elegante traje de terciopelo color vino, y por supuesto, un par de alas emplumadas en su espalda. Casi igual a los ángeles que aparecían en aquellas pinturas pertenecientes a la iglesia.

—¿Qué está sucediendo? ¿Qué es todo esto?— pregunté, exigiendo una respuesta inmediata.

—Tranquilo, déjame presentarme— el hombre aclaró su garganta y prosiguió —Yo soy el arcángel Remiel y seré el encargado de juzgarte, generalmente no lo hago seguido pero como tú eres alguien bastante especial, te acompañaré durante gran parte del proceso.

—¿¡Juzgarme de qué!? ¡Yo fui una buena persona!— exclamé furioso.

—Nadie ha dicho que fueras una mala persona, sabemos que fuiste bueno. Es cierto que cometiste ciertos errores, pero nada graves... es por eso que he decidido darte una segunda oportunidad.

—¿Qué? ¿Como?.

Intenté ponerme de pie, pero caí de nuevo al suelo, tosiendo y sintiendo el sabor a hierro en mi boca, aunque no tuviera ni una gota de sangre.

Remiel me dio un par de palmadas en la espalda y luego me ofreció su mano para ayudarme, la tomé y con gran esfuerzo pude levantarme, aún con las piernas temblorosas.

—¿Aceptas tu segunda oportunidad o prefieres descansar en paz?— preguntó Remiel, y la verdad es que ambas sonaban tentadoras, pero todavía tenía un par de hijos pequeños que necesitaban de mi.

—Escojo la segunda oportunidad— hablé decidido.

—Perfecto, pero debo aclarar una cosa, no vas a regresar a tu cuerpo, ambos iremos a la tierra pero en una dimensión alterna, donde simplemente seremos seres invisibles.

—¿Eso significa que seré como un fantasma?

—Si, algo así.

Todo era muy confuso para mí y no terminaba de comprenderlo bien, pero por lo poco que habíamos hablado, parecía ser eso que todos deseaban saber, que es lo que había después de la muerte, y la mayoría estaban en lo cierto, aunque me costara aceptarlo, la religión era cierto... o al menos los arcángeles si.

—Entonces— prosiguió Remiel acercándose un paso —tú tendrás la oportunidad de ver a los principales sospechosos y sus posibles motivos. Si logras descubrir quién fue tu asesino, podrás evitar tu muerte, regresarás a tu cuerpo y esto parecerá como un simple sueño, pero si no lo logras, tu alma descansará eternamente.

Lo pensé por un par de segundos y entendí que haría hasta lo imposible por regresar con mi familia, así que solo asentí con la cabeza.

—Por mí está perfecto— dije en voz baja, con la mirada en el suelo.

De alguna manera tendría que volver y hacer que el culpable pagara por todo esto.

Remiel tronó los dedos y no pude ver nada más, me sentí relajado por un momento, listo para enfrentar lo que vendría.

11th Dimension (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora