𝘚𝘰𝘴𝘱𝘦𝘤𝘩𝘰𝘴𝘰 #5 - 𝘞𝘩𝘪𝘵𝘦

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—Fue Regina— hablé, totalmente harto —¿ya podemos terminar con esto?.

—¿En serio crees que fue Regina? ¿Seguro?— preguntó Remiel —no puedes tomar una decisión solo por que quieres librarte del problema, tienes que pensarlo bien, ¡estás muerto Julian! Esto no es otro de tus caprichos. 

Quería seguir discutiendo, pero sabía que Remiel tenía razón, así que solo solté un suspiro e intenté relajarme.

—Está bien, veamos a los demás— le dije desinteresado.

De pronto me pude ver, estaba en el backstage, probablemente después de un concierto, hablando con una atractiva chica rubia, pero eso fue hace ya un par de años, lo sabía por la ropa que yo usaba y mi corte de cabello.

' —¿Qué haces Julian?– escuché que alguien me preguntó a uno de mis costados, a lo que volteé y pude ver a Jack White, con una cara no muy agradable.

—Oh, yo... solo le di un autógrafo y una foto— mentí, a lo que la chica soltó una sonrisita.

—¿Ah si? Pues a mí esa lindura me las pidió primero también— dijo Jack, acercándose a ella y tomándola por la cintura.

Él le susurró algo al oído y ella le dedicó una sonrisa pícara, inmediatamente dirigiéndose hacia donde estaban los camerinos; pero Jack se quedó justo frente a mi, sin moverse y esperando a que ella saliera de nuestra vista.

—¿Qué?— se me acercó —¿creíste que me podrías robar a mi groupie?.

Ambos reímos.

—Toda tuya— respondí, dándole una palmada en la espalda y me dí la media vuelta, para encontrarme con mis amigos.

Estuve con ellos en nuestro camerino, comiendo papas fritas que habían comprado, mientras hablábamos cosas sin sentido.

Eventualmente, sentí ganas de ir al baño, por lo que salí del camerino y me dirigí hacia los baños. No tenía ni idea de donde estaban, por lo que comencé a buscarlos, hasta que por fin logré encontrarlos unos minutos después.

Hice mis necesidades, y cuando me estaba lavando las manos, pude ver en el espejo que Jack estaba saliendo de uno de los cubiculos.

—¿No se supone que deberías estar haciendo otra cosa?— pregunté.

—Justo a ti quería reclamarte— dijo mientras se acercaba a lavarse las manos también —No quiso nada conmigo, pensó que irías tú también, pero en cuanto me vio solo no quiso absolutamente nada ¡por tu culpa!.

—Hey, tranquilo, nada de eso es mi culpa, yo no le dije que te ignorara.

Jack no parecía estar feliz, podía notarlo en la manera que actuaba y hablaba, y sinceramente yo no tenía nada que ver.

—Siempre lo niegas, pero eres tú el único que siempre atrae a las groupies y nos dejas a los demás sin nada— dijo él, terminando de lavarse las manos y secárselas con un poco de papel.

Recorrí mis manos mojadas por mi cabello, para arreglarlo un poco y después le respondí.

—Uy, pues perdón— dije sarcásticamente.

—¿Te crees muy gracioso? ¿Crees que es divertido arrebatarle oportunidades a los demás?— preguntó hostilmente.

Retrocedí unos cuantos pasos y reí a causa de los nervios.

—Relájate, es algo sin importancia.

Intenté acercarme para tranquilizarlo, pero me empujó con un golpe en el pecho. Nunca lo había visto así, y sinceramente no quería lidiar con él, así que me dispuse a salir de los baños.

—¿A dónde vas marica?— habló Jack, justo antes de que yo abriera la puerta.

Lo ignoré, pero antes de que lo supiera sentí otro empujón, haciéndome estrellarme contra la pared.

—¿Qué demonios te sucede?— le pregunté.

—Te odio— dijo Jack acercándose hacia mi, hasta quedar bastante cerca, sabía que quería pelear.

Durante un segundo lo miré a los ojos y pude notar que estaban rojos, así como su aliento olía a alcohol ¿como no lo había notado antes? Ya se le había subido todo, ahora entendía el por qué de su comportamiento.

Lo empujé ligeramente para que se alejara de mi, y así lo hizo, pero después se abalanzó contra mi, a lo que yo fui más rápido y le pude dar un puñetazo en la cara, haciéndolo caer al suelo, no tuve otra opción.

Jack solo quedó tendido en el suelo, sobando aquella parte de su rostro.

—Si no te puedes controlar, no consumas nada— le dije enfadado, saliendo del baño y dirigiéndome de nuevo a los camerinos. '

Sinceramente no recuerdo mucho de los que ocurrió después, creo que Jack intentó disculparse pero yo siempre lo ignoré. Sabía que cuando me dijo que me odiaba, no lo pensó, pero mi orgullo era más fuerte. Debí haberlo perdonado.

—Es algo tonto ¿no crees? Digo, solo fue una pelea por algo sin sentido— le dije a Remiel.

—La gente puede matar por algo sin sentido— contestó, mientras aparecía repentinamente a mi lado.

Bajé la mirada y admiré mis zapatos por unos segundos.

—No creo que Jack sea el culpable, era mi amigo.

—Que alguien sea tu amigo no significa que te aprecie de igual manera, créeme, he visto bastantes casos donde el menos esperado es el que da la espalda— comentó, mirándome, a lo que yo también lo miré e intenté admirarlo mejor... ¿donde habrá conseguido ese traje de terciopelo? Necesitaba uno igual.

—Sonaste como todo un criminólogo— reí. 

Remiel también rió, asintiendo y sacudiendo sus alas.

—¿Entonces Jack es un rotundo no?— preguntó.

Lo pensé una última vez. Jack y yo nos habíamos llevado excelente, excepto por aquel percance, pero fuera de eso yo podría decir que estuvo bien, solo fue una amistad rota a causa del alcohol.

—Uhm... si, yo diría que él no fue— contesté.

Volteé para volver a ver a Remiel, pero ya no estaba otra vez.  Rodé los ojos y crucé mis brazos, esperando a que me presentara al siguiente sospechoso.

11th Dimension (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora