𝘚𝘰𝘴𝘱𝘦𝘤𝘩𝘰𝘴𝘰 #7 - 𝘝𝘢𝘭𝘥𝘦𝘻

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—Las mujeres hermosas siempre han sido tu perdición ¿no es así?— habló Remiel.

—Ese es el problema de cualquier hombre— respondí, tallándome los ojos, estaba cansado.

El rió y agitó sus alas, no me había percatado de lo grandes que eran, además de que parecían igual de suaves que un algodón.

—¿Puedo tocarlas?— pregunté tímido, por supuesto que no me quedaría con las ganas de tocar las alas de un arcángel.

—Claro— aceptó, inmediatamente dándome la espalda y extendiendo ambas de sus alas.

Lentamente posé mi mano sobre ellas y comencé a acariciarlas; eran firmes, pero realmente suaves, nunca había sentido algo tan suave y delicado en toda mi vida. Era una experiencia única.

Después de un par de minutos, dejé de acariciarlas, volvieron a su lugar y Remiel se colocó al lado de mi, ambos viendo hacia un solo lado, no dije nada, sabía que era hora de ver a un nuevo sospechoso, así que solamente le sonreí por haberme dejado tocarlo.

Me vi, estaba en una habitación de hotel, recostado sobre la cama con una mujer a mi lado. Recordaba perfectamente el día, había sido hacía unas semanas antes de mi pelea con Juliet, y fue ahí donde me di cuenta que había sido un completo error haber tenido una amante.

Me gustaría acercarme y decirle a mi yo del pasado que es un idiota, pero no hay manera de que me escuche.

' Todavía agitado después de la acción que hubo, me levanté de la cama y comencé a vestirme, contemplando su hermoso cuerpo, tan esbelto y largo, me encantaba, pero era hora de dejarla atrás.

—Esta será la última vez que nos vemos— comenté.

Ella me miró extrañada, arrugando su frente.

—¿Por qué?— preguntó, sentándose sobre la cama.

—No quiero que mi esposa se entere, esto ha llegado muy lejos y realmente creo que lo mejor sería separarnos.

—Hemos estado así un par de años, créeme que nadie se va a enterar, nosotros...

—Ya tomé la decisión— la interrumpí.

Ella colapsó y comenzó a llorar, escondiendo su rostro en sus manos. Me sentía pésimo y me hubiera gustado consolarla, pero ya no quería ningún otro acercamiento, a veces tendía a ser controladora.

—Por favor, entiéndeme— le dije suavemente.

—Yo te amo— dijo entre sollozos.

Me rompió el corazón, sabía que ella me amaba, pero yo nunca sentí lo mismo por ella, solo era por diversión de un solo rato.

—Perdón— nos miramos fijamente
—pero yo no siento lo mismo que tú.

—¿Entonces por qué fingiste todo esto?.

—Por favor Danielle, yo no fingí nada, desde un inicio te dije que simplemente sería sexo, que tú lo hayas interpretado como algo romántico es tu problema— respondí mientras me abotonaba la camisa. '

¿Cómo es que siempre logro arruinar las conversaciones tan rápido? Creo que es un don. Si revivo, sería uno de mis propósitos aprender a controlarme. Yo mismo me meto en problemas y después intento culpar a otras personas, creo que no es justo.

   ' intenté apresurarme, ya no quería nada con ella, así que por último tomé mis zapatos y me senté sobre la cama para ponérmelos.

De pronto, sentí como Danielle me abrazó por la espalda y una de sus manos se hizo camino hacia mi entrepierna. Inmediatamente reaccioné y moví su mano, además de que ligeramente la empujé con mi hombro.

—Suficiente— la detuve, y rápidamente me puse de pie nuevamente.

—¡No puedes dejarme así como si nada!— exclamó, intentando agarrarme del brazo.

—Lo nuestro se acabó— hablé mientras tomaba mi chaqueta y me dirigía hacia la puerta —No me busques.

Danielle estaba intentando vestirse lo más rápido posible para alcanzarme, pero no lo logró.

—¡Te vas a arrepentir Julian!— gritó justo cuando salí de la habitación, tan fuerte que seguramente los huéspedes cercanos la escucharon.

Cerré la puerta de un azotón y caminé rápidamente hacia el elevador. Mi corazón estaba latiendo muy fuerte y sentía arrepentimiento, si tan solo hubiera controlado mis malditas hormonas no estaría metido en esto.

Regresé a casa para pasar el día con Juliet, pero nunca dejé de pensar en lo que había gritado Danielle... ¿arrepentirme? Si, lo estaba, pero solo esperaba que no se trajera algo malo entre manos. '

—Debería de llamarme Julian Decisiones-Estúpidas— dije estrellando mi mano sobre mi cara.

Remiel Rió y asintió.

—Tal vez deberías de formar otra banda y llamarla Julian y sus decisiones estúpidas— bromeó.

—Qué idea tan original, tú serás el baterista— respondí sarcástico y rodé los ojos, causando que él riera aún más.

—Mejor cállate y déjame pensar— le dije, para después hundirme en mis pensamientos.

Tener una amante claro que me había traído problemas, pero no tantos como lo imaginé... ¿o si? ¿Estaré muerto por su culpa?.

Recuerdo que aún después de aquel día, Danielle trataba de buscarme, pero de igual manera eso era inevitable, pues la veía muy seguido debido a que ella formaba parte de las modelos de Elite y en un momento de idiotez firmé a su mejor amiga y a su novio a Cult Records, y para ser honesto, debí haberlos corrido a todos después de lo sucedido, pero no lo hice, y ese fue otro error.

Mis lazos con ella no se habían cortado del todo, pero sabía que todo eso lo tenía gracias a mi, y si, intentó hacer que me arrepintiera más de lo que ya estaba, pero logré controlarlo y puede que al ver que aquella vez no funcionó como esperaba, por eso decidió matarme. Sonaba lógico.

Danielle puede ser uno de los sospechosos principales.

11th Dimension (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora