Sueños, recuerdos y promesas

Reglas

Lan Qiren era un hombre sumamente respetado debido a su estatus y por supuesto, el largo historial de logros en batallas que ejecutó cuando era joven...

No hacía alarde de ello, por supuesto, pero la gente lo admira por eso entre otras cosas.

Una de ellas, la estricta disciplina con la que enseña a sus estudiantes, el hombre es un referente a la hora de hablar de modales y excelencia.

Las personas decían que, con tal de pasar una breve temporada bajo su mando, alguien podría pasar de ser mediocre, a "moderadamente descente".

Sin embargo, en toda la ilustre carrera de enseñanza del maestro Qiren, nunca se topó a nadie como él.

Su única mancha en el perfecto récord de su perfecta -y larga- lista de discípulos disciplinados.

Wei WuXian.

Los cielos sabían cuanto había tratado de moldear al primer discípulo del clan Yunmeng Jiang, realmente lo intentó, pero el hombre simplemente vivía para atormentarlo con sus locas teorías -que el mismo fundo como leyes años más tarde- y con su descarada actitud al romper una y otra vez las reglas sin una pizca de arrepentimiento.

El joven vivía para ello, atormentarlo a él, arrastar a los demás discipulos en sus locuras y de alguna forma, involucrar a su querido y recto sobrino.

Incluso cuando regresó luego de trece años muerto, se las arregló para seguir corrompiendo a todos, importándole si bien poco, romper las mil reglas más que el hombre desconocía debido a su ausencia.

No correr.

Lan Qiren tenía que moderar su voz al verlos andar a paso apresurado de un lado a otro en el Receso de las Nubes, persiguiendo a los conejos de WangJi o cuidando a su infame burro.

No hacer ruido.

Sus habitaciones eran las más cercanas al jinshi de WangJi y cada noche -o incluso de dia- podía escuchar aquellos vergonzosos y descarados gritos de auxilio que a todas luces era una exigencia a su atacante.

El hombre no quería pensar que con el simple acto que aquellos realizaban ya rompían más de diez reglas.

Lan Qiren tuvo que levantar una barrera aislante alrededor antes de que terminase pescando una hipotermia por meditar en la primavera fría todos los días...

No reírse sin una buena razón.

No entendía esa manía de Wei Ying de tomarle el pelo a los pupilos con comentarios extraños y desvergonzados.

Mantener una postura correcta.

No ser quisquilloso con la comida.

No hablar mientras se come.

NO BEBER ALCOHOL.

Era casi un milagro que Lan Qiren no hubiera sufrido de desviación de qi a causa de Wei WuXian a estas alturas.

Sin embargo, pese a que Wei Ying rompiera una y otra vez las reglas, Lan Qiren tenía que admitir que respetaba una de las más importantes:

Ser leal y filial.

La forma en que el hombre hablaba a WangJi, como sus ojos lo buscaban con un brillo enamorado que el mismo no ha tenido la dicha de expresar...

Lo sabe, lo admite y se resigna a ello, pues reconoce que WangJi realmente es feliz a su lado.

Mientras el hombre no rompa esa regla, puede tolerarlo.