Nísperos

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Un último acorde del guqin dio por concluida la tarea encomendada.

La gente reunida en los alrededores del lago y el muelle festejaba con alegría en medio de grandes ovaciones a los jóvenes cultivadores que daban reverencias corteses y silenciosas para corresponder su entusiasmo, no participando directamente de aquella muestra de alegría, puesto que era su trabajo.

Ellos comprendían la importancia de este momento, incluso para ellos mismos, tenían la sensación de satisfacción por un trabajo concluido.

Lan Xichen había organizado, en casi una década, un ritual de purificación en la ciudad de Caiyi, debido a un abismo acuático que perjudicó a la comunidad hace más de diez años, y del cual, apenas lograron contenerlo en ese tiempo, retomando la labor, un par de años más tarde y ahora mismo, terminaron con aquella laboriosa tarea.

Muchos no sabían que el origen del abismo en esa localidad se debía a la negligencia de la extinta secta Wen, quienes solo lo empujaron a ese lugar, aun así, los discípulos que, si sabían la historia, comentaban entre sí:

—Lan Xichen es un líder formidable, ha cargado con este problema aun si no era el deber de la secta Lan.

—¡Es verdad! Yo estuve presente la primera vez que lidiamos con el abismo acuático... si mal no recuerdo, incluso el actual líder Jiang había estado presente, al principio creímos que eran gouls del agua, por eso se les pidió a los de Yunmeng apoyo.

—¿Los de Yunmeng? ¿Eran varios discípulos? Pero el líder debía ser apenas un adolescente.

—Oh, quizás no lo sepas, pero en ese tiempo, Jiang Wanyin estudio un tiempo en Gusu y no venía solo, lo acompañaba nada más y nada menos que Wei Wuxian.

—¿Qué? ¿El infame patriarca Yiling? ¿Estuvo en Gusu? No lo puedo creer.

—Siendo el discípulo principal del clan Yunmeng, era de esperarse que recibiera la misma educación que el heredero de Yunmeng, después de todo, es bien sabido que sería su mano derecha cuando Jiang Wanyin sucediera a su padre, pero ya sabes lo que ocurrió...

Los discípulos que hablaban callaron de pronto al ver una figura de blancas túnicas descender hasta quedar frente a ellos, el hombre les miró sin expresión alguna, guardó su guqin con un solo movimiento en su bolsa de guqin y camino pasando frente a todos, hasta llegar al lado del líder Lan, quien hablaba con el regente de la ciudad de Caiyi.

Una vez que se vieron fuera de la vista del segundo jade, los hombres siguieron comentando en voz aún más baja:

—No es buena idea hablar del patriarca Yiling frente a Hanguang jun

—Tienes razón, a pesar de que han pasado ya varios años, parece que sigue detestándolo. No lo culpo, la secta Lan tuvo grandes pérdidas por su culpa, tal vez uno de ellos era algún maestro o familiar querido de Hanguang jun.

—Sí, sí, de hecho, uno de los niños es bastante cercano a Hanguang jun, creo haber escuchado que es su protegido, seguro el pobre perdió a sus padres por culpa del patriarca Yiling.

—¿Niño? Oh, ¿te refieres al pequeño que trae la canasta? Hn... ¿o tal vez sea su hijo?

—¿Hijo? No, no, el niño ya tenía unos tres o cuatro, mi hijo lo conoció en clase, creo que su nombre es Yuan, todavía no se ha revelado su nombre de cortesía.

—Entiendo, seguro están esperando a su primera cacería, el no parece de más de doce años, aunque es algo pequeño...

...

Ajeno a la plática en torno a ellos –y Lan Zhan sabía, más tarde tendría que mandarles a disciplinar por hablar a espaldas de uno,— por ahora, prestó atención al niño de blancas túnicas que le sonreía con genuina alegría.

—¿Qué traes ahí, A-Yuan? ¿Porque no estas con los demás niños? Aún tenemos que colocar algunas protecciones— habló Lan Xichen con una sonrisa amable inclinándose hacia el pequeño, el niño hizo una reverencia, cuidando el contenido que cargaba.

—Lo siento, Zewu jun, Hanguang jun, pero...— destapó el reciente, sacando un níspero un poco grande para sus manos.

—Una señorita me obsequió esto... cuando comenzaron el ritual ella aun no terminaba de alejarse con su puesto, así que A-Yi y yo la ayudamos, ella dijo que...— se sonrojó levemente, haciendo que Wangji le mirara aún más intrigado,— éramos lindos niños, y seguro que nuestros padres eran apuestos.

Lan Xichen soltó una pequeña risa asintiendo al pequeño Yuan –Lo imagino, ¿y que le dijiste?

—JingYi dijo que su padre era muy guapo, pero que era el esposo de su mamá— soltó una risita, — y yo... bueno, todos dicen que Hanguang jun es atractivo, así que eso le dije.

El líder Lan frotó la mano en la cabeza de A-Yuan, sonriéndole con dulzura, afirmando tras su explicación.

—Me parece una respuesta apropiada. Aunque no deben separarse del grupo, A-Yuan, lo mismo para A-Yi—. El niño asintió un poco avergonzado, mirando hacia la canasta de nísperos. –Esto... ¿debo devolvérselos?

—Consérvalos— dijo Hanguang jun para sorpresa de A-Yuan.— Procura compartirlo con los demás.

El niño asintió con una sonrisa agradecida y feliz en su rostro, y para demostrarlo, extendió el níspero hacia él, y luego a Xichen, antes de que el tomara uno para sí y de inmediato, darle un bocado.

—¡Es tan dulce!

Después de un momento, A-Yuan se marchó, Lan Xichen y Lan WangJi lo veían de lejos compartiendo los nísperos con sus compañeros de grupo.

—Es un buen niño, será un discípulo ejemplar— comentó Xichen con una sonrisa complacida antes de girarse hacia su hermano, este veía el níspero en sus manos, su mirada expresaba tantas cosas que incluso Xichen, se veía incapaz de interpretarlas todas.

El mismo lo recordaba también: conversaciones banales sobre barcas, comentarios inapropiados y una risa escandalosa. ¿Por qué lo recordaba? Debido a que, en ese tiempo, por primera vez, Wangji se veía emocionado ante la perspectiva de ir de cacería en compañía de más personas.

O, mejor dicho, ir de cacería con cierta persona.

—¿Quieres que te compre más? Seguro A-Yuan entregará todos y no se quedará con ninguno— Lan Wangji negó con la cabeza, guardando el níspero en su túnica.

—Yo lo haré.

Sueños, recuerdos y promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora