En cuanto mi papá abrió los ojos, rememoró la escena en donde él me cuidó por semanas en el hospital cuando sufrí el accidente en el arroyo, solo que esta vez, ahora soy yo quien está acostado en un pequeño sofá con una manta que Greg insistió que usara mientras esperaba que despierte.
—Dominik… —murmura con la voz rasposa.
Eso me hace reaccionar de inmediato. En un abrir y cerrar de ojos, estoy a lado suyo.
—Papá, ¿cómo estás? ¿Te duele en alguna parte? —pregunto. Mi papá se lleva la mano a la cabeza como si esta le estuviera taladrando, luego mira sus manos conectadas a las sondas, completamente extrañado.
—¿Dónde estoy? —pregunta en cuanto su vista recae en el cómodo sofá donde estaba sentado antes, más las limpias e intactas paredes y el televisor conectado a los canales internacionales.
—No te preocupes por eso, lo importante es que ya estás bien.
Si le dijera que el papá de Greg hizo todo lo que estuvo a su alcance para traerlo a la clínica privada donde trabaja con la promesa de pagar todos los gastos del hospital porque se sentían en parte responsables por lo sucedido, probablemente se llevaría un shock y caería en coma de nuevo.
Antes de que despertara, Greg planeó hacerle una broma a Dave poniendo a un hombre adulto a su lado en cuanto despierte para que se haga pasar por mí y Dave se llevara un susto, pero su mamá le dio una palmada en la cabeza para que dejara de decir estupideces. Lo cual me ahorró el trabajo.
—¿Qué fue lo que pasó? Solo recuerdo estar en camino para ir a buscarte y luego perder el control del coche en la ruta.
Lo ayudo a sentarse. Le relato todos los sucesos que lo trajeron hasta este punto. Intenté omitir algunos detalles, pero Dave me insistió en que dijera todo lo que sé.
—Las primeras cirugías salieron bien, pero yo igual tuve miedo de que te pasara cualquier cosa, por lo que el papá de Greg me calmó diciendo que haría todo lo posible para trasladarte aquí y que supervisaría tus siguientes operaciones en persona.
—¿El padre de Greg? —pregunta confundido.
—Así es. Luego del accidente, yo me veía bastante lamentable —digo con vergüenza—, por lo que los señores Foster dejaron de lado su antipatía y se encargaron de mí. Ellos no son tan desagradables una vez que atraviesas la barrera protectora que llevan encima. Sabrina también estuvo al pendiente, así como mis demás amigos.
Le sigo relatando algunas cosas más y él presta atención a cada palabra que digo. Incluso el plan de Greg sobre asustarlo. Eso lo hizo reír un poco.
—¿Qué tanto llevo inconsciente? —pregunta—, por la barba, diría que solo unos días —afirma tocándose la zona donde la incipiente barba se empieza a notar.
—Te afeité dos veces. Llevas un poco más de un mes sin despertar —me encojo de hombros con indiferencia aunque la verdad es que estuve bastante temeroso de que jamás abriera los ojos.
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La encrucijada de Dominik
Teen Fiction«Ya no puedo tolerarlo. Jamás debí besarlo. Me dejé llevar por el momento y antes de darme cuenta, ya tenía mis labios sobre los suyos. Pero fue un error, yo ya tengo a una persona incrustada en el corazón, es imposible sentir algo por alguien más...