Capítulo 4

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Después de mi absurdo y vergonzoso intento de coqueteo con Greg, voy directo a mi aula de clases olvidando incluso buscar a Fred

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Después de mi absurdo y vergonzoso intento de coqueteo con Greg, voy directo a mi aula de clases olvidando incluso buscar a Fred. Lo volveré a hacer más tarde, primeramente porque no sé cómo reaccionará la señora Sanders si se entera que no cumplí mi palabra y además, porque ese chico me cae bien. Debo averiguar qué está sucediendo realmente con él y por qué la señora Sanders asegura que es maltratado. Estoy seguro que Zack tiene algo que ver en todo esto.

La primera hora de clases pasa relativamente normal, el profesor intentó regañarme por llegar tarde, pero se lo pensó mejor al ver quien era. No es que alardee de ello ni nada por el estilo, pero en ese tipo de situaciones es que agradezco la posición de mi padre.

Retomando mi tarea anterior, busco de nuevo al chico que prometí que encontraría. Esta vez me mantengo completamente alejado del lado del edificio donde estuve más temprano. No pienso volver a pasar por lo mismo. Ni siquiera me atrevo a recordar lo cerca que estuvo Greg de tocar mis labios. Y ni hablar de lo mucho que quise en ese momento que lo hiciera. ¿Qué está mal conmigo? No recuerdo haber estado tan confundido desde hace tiempo. Un tiempo que me duele recordar. Pero vamos, sé que es imposible para mi sentirme de nuevo de aquella manera. Greg es solo una pequeña distracción. Una distracción de resplandecientes ojos azules, cabello rubio con un ligero toque castaño y totalmente alborotado, y ni hablar de esos labios rosas y un poco agrietados por el humo.

Creo que estoy perdiendo la cabeza.

Un ruido sordo me hace volver de nuevo a la realidad. No me di cuenta que mis pasos me habían llevado hasta la entrada de la biblioteca.

—Estas advertido, Sanders —escucho como alguien con una voz muy conocida amenaza desde un pequeño cubículo donde se guardan las pertenencias antes de ir hacia las mesas.

—Yo no dije nada, lo juro —responde Fred con miedo. Quisiera ayudarlo en estos momentos, pero me oculto un poco antes de actuar. Necesito saber si es Zack realmente quien lo está maltratando o solo se encontró con él por casualidad.

—Si tú no has dicho nada, ¿cómo explicas que el prefecto me mandó a su despacho para darme una plática sobre lo prohibido que está el bullying y no sé qué mierda más? —Esto me pone en alerta. ¿Mi padre en verdad lo llamó a su oficina? Entiendo que quiera resolver el problema, pero eso solo sirve para agravar la situación. Lo mejor sería conseguir pruebas para poder expulsar a Zack de una buena vez. Las advertencias no funcionan en tipos como él. Ni siquiera me traje el celular para poder grabarlo y así conseguir algo más que solo las palabras de la señora Sanders—. Tampoco se me olvida el empujón de la vez pasada. Te la devolveré a creces, créeme.

—No sé cómo lo supo. Te estoy diciendo la verdad y sobre lo del otro día, en verdad lo lamento. No lo volveré a hacer.

Escucho de nuevo un estruendo y asomo la cabeza para saber la causa y me encuentro con Zack agarrando por el cuello a Fred y empujándolo contra los cubículos.

La encrucijada de DominikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora