Capítulo 18

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Como es habitual en mí, me despierto sin necesidad de que suene la alarma pues mi reloj biológico es mucho más certero

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Como es habitual en mí, me despierto sin necesidad de que suene la alarma pues mi reloj biológico es mucho más certero. El primer pensamiento que tengo es prepararme para ir a clases. Sin embargo, a medida que me despojo de los últimos rastros de mi sueño, recuerdo lo que sucedió la noche anterior. Ante esto, abro los ojos lentamente y el rostro durmiente de Dominik me da los buenos días. Sonrío un poco al percatarme de que la imagen de chico perfecto que muchos conocen queda en el olvido en cuanto cierra los ojos. Su cabello está completamente desordenado, sus ojos cerrados con un ligero ceño fruncido y su boca semi abierta. Su pausada respiración me relaja y no puedo evitar pasar mis dedos sobre las hebras de cabello que parecieran querer escapar de su cabeza.

La noche anterior fue dura. Nos escapamos sin medir las consecuencias y solo pensando en lo que sería mejor para nosotros. Claro que también lo hicimos por Dave. En cuanto mis padres se percaten de que no amanecí en casa, armarán un alboroto, cosa que ya aprovecharé dejando que sepan que si quieren volver a saber de mí, se olviden de la demanda contra Dave. Es un poco egoísta de mi parte llegar a estos extremos, pero ellos no me escucharían si no doy un grito de esta índole. Sería injusto que Dave, después de darme tanto apoyo y ser un amigo de confianza, tenga que pagar por algo que fue mi culpa.

Dominik me pega un manotazo en cuanto mis manos aterrizan sobre sus mejillas, lo cual me hace aún más gracia, luego voltea para seguir durmiendo. Me levanto de la pequeña cama y voy al baño con una toalla en mano.

Ayer salimos a la apurada y solo nos dio tiempo para poder alquilar un hostal de bajo presupuesto. La dueña nos miró con suspicacia, pero sus ganas de tener clientes fueron mayores y no mostró mayores inconvenientes. La habitación tiene dos camas y al menos, un baño privado. Sin embargo, nos dormimos pegados en una cama. No es como si nos diera el dinero para algo más, mis ahorros con los de Dominik apenas nos alcanzarán para sobrevivir unas semanas. Dominik hizo un puchero adorable con los labios en cuanto juntamos el dinero y el de él apenas y alcanzaba para una noche de alquiler.

—No es justo, no pensé que ibas a tener tanto ahorrado —dijo haciendo un berrinche.

—Eso es lo que menos importa. Lo único de lo que debemos preocuparnos es de sobrevivir juntos —respondí. Dominik se quejó unas cuantas veces más, alegando que Dave no le daba una mesada suficiente. En cuanto nombró a su padre, sus hombros se hundieron y se alejó de mí para que no viera lo mucho que le dolía separarse de él en estos términos. Solo pude abrazarlo y prometerle que lo resolveríamos juntos.

Debo admitir que estoy inseguro y solo aquí, bajo la ducha, puedo detenerme a pensar en ello. No quiero que Dominik se sienta mal al respecto. Tengo miedo de que nos encuentren, de que esto no haga más que empeorar las cosas, de que Dominik se de cuenta de que está cometiendo un error y se aleje de mí. De que al convivir conmigo, con el tiempo deje de quererme o llegue a la conclusión de que no me ama realmente como yo lo amo a él. Que estar conmigo fue la peor elección que pudo haber tomado. Después de todo, ¿qué tengo yo para ofrecerle? Solo le estoy causando problemas innecesarios. Sin embargo, soy incapaz de plantarme frente a él y decirle que terminemos esto. Sin Dominik, estaría completamente perdido.

La encrucijada de DominikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora