⭑cαpı́tulo tres·˚ ༘

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Cierta noche, Kim Yewon se encontraba bajo la cama de aquella habitación donde su familia se estaba quedando por vacaciones leyendo un libro bajo las sábanas con una linterna siendo la única fuente de iluminación, pues no quería molestar a sus hermanas que descansaban.

Estaba tan inmersa en el libro que no se fijó en la noción del tiempo, quedándose largas horas leyendo.

Salió de su fuerte de sábanas para poder fijarse en el reloj de la pared la hora. Marcaba las 12:46 a.m. Estaba decidida a ir a dormir, cerró el libro, apagó la linterna y levantó las sábanas que había tirado. Se disponía a, finalmente, descansar, pero sentía su garganta seca, por lo que fue directamente a la cocina por un vaso con agua, dejando su preciado libro sobre la mesita que había junto a su cama.

Se sentía aliviada. Iba caminando tranquilamente por los pasillos de la cabaña de regreso a la habitación que compartía con Dahyun y Yerim cuando escuchó un estruendo.

Corrió hacia su habitación, lo más silencioso posible, encontrándose con la ventana balanceándose y su libro tirado en el piso.

Sentía su piel haberse erizado del susto y con temor se dirigió al cuarto de su hermano mayor, siempre recurría a él en estas situaciones, estaba por llamar a Jongin cuando notó algo.

Seungmin no estaba en la habitación.

Jongin compartía habitanción con Wonpil y Seungmin. Y el menor no estaba ahí. Seung no podía estar en la suya, había estado ahí hace unos minutos. Quedando esa opción descartada, solo le quedaba buscarlo en la habitación de Younghoon y Yugyeom, dando con la sorpresa de que tampoco estaba ahí.

Pensó en avisar a sus padres o a alguno de sus hermanos, pero decidió aventurarse ella misma, buscando a Seungmin olfateando.

Por su mente pasó la idea de que Seung haya sido el que causó el alboroto en su habitación. Y así fue, ya que en el cerrojo de la ventana habían caído algunos pelos del menor.

Decidió seguir su rastro, hasta que sentía a Seungmin estar cerca y se escondió procurando que este no notase su presencia.

Minnie se encontraba con alguien más, un pequeño pelirrojo que ella desconocía. Su apariencia era la de un zorro, nunca había visto a una criatura así. Dudó en si debía permanecer más tiempo ahí, le costaba mantenerse con los ojos abiertos. Tal vez al día siguiente le cuestionaría a Seungmin quién era el pequeño zorrito.

 Tal vez al día siguiente le cuestionaría a Seungmin quién era el pequeño zorrito

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—Hyung, ¿qué se siente tener hermanos?— Le cuestionaba Yang al mayor.

—Oh, ¿no tienes hermanos?— Al ver que negó, prosiguió.— Hm, no es nada del otro mundo, Innie. Jugamos juntos algunas veces, pero peleamos mucho también, en especial Jongin hyung y Yewon noona. Le gusta molestarla seguido, pero aún así se quieren muchísimo. En cambio Dahyunnie y Yugyeom hyung se llevan muy bien, son muy unidos, casi nunca pelean.

Me encantaría tener algún hermano o hermana.— Suspiró Jeongin resignado. —Es muy aburrido jugar solo cuando mamá y papá están trabajando.— El pequeño jugaba con su colita mientras su labio inferior se abultaba levemente.

Pero ahora podemos jugar juntos.—mencionó alegre Kim.

¿Y cuando el verano acabe, hyung?— De un momento a otro los ojos del menor se cristalizaron. —Y-yo, estaré solo otra vez.

No, no digas eso.— Seungmin dijo preocupado al ver a su dongsaeng al borde de las lágrimas mientras tomaba su manito. —Vendré a verte cada noche, Jeongin. Al menos hasta que las vacaciones acaben.

Unas cuantas lagrimitas rodaron por las mejillas rosadas del pequeño kitsune y fueron limpiadas por la manga de la pijama propia.

Gracias, Seungminnie.—le susurró con ternura, haciendo sonreír a Min. Iba a valer la pena desvelarse todo un verano por ver sonreír a aquel pequeño zorrito, pensó el mayor.

—¡Hora de levantarse, cachorros!— dijo Soiun, dando aplausos mientras caminaba por todo el pasillo, en un intento de hacer ruido

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¡Hora de levantarse, cachorros!— dijo Soiun, dando aplausos mientras caminaba por todo el pasillo, en un intento de hacer ruido.

No pasó mucho, cuando dos niños salieron en pijamas de una habitación, corriendo, mientras gritaban–obviamente Younghoon y Yugyeom–. Al poco tiempo, Dahyun salió saltando de su habitación con dos coletas en su cabecita y una bonita sonrisa. Después de ella, salieron Yerim y Yewon, dormitando un poco. Finalmente los mayores saltaban fuera de su cuarto, con la escusa de morir de hambre y no poder esperar el desayuno.

Todos ya despiertos menos el pequeño de la casa.

Primero, Soiun lo dejó pasar, ya que asumió que su bebé necesitaba más horas de sueño, pero al dar las diez treinta de la mañana se asustó un poco, tal vez su cachorro estaba enfermo.

Fue a la habitación, dejando al señor Kim a cargo de los demás, y revisó la temperatura del menor. Puso su mano en la frente del niño, luego en su naricita y finalmente en las orejitas, sin embargo todo parecía estar bien.

Minnie, cariño, es hora de levantarse.— Susurraba mientas acariciaba los rebeldes mechones que caían en la frente de Seungmin.

¿Mami? —se quejó. Al instante sobó sus ojos y olfateó a su progenitora, acurrucándose y restregando sus nariz en el cuello de ella.

Es muy tarde y tienes mucho sueño.—afirmó. —¿No podías dormir esta noche?—preguntó.

Por otro lado, Yewon pasaba por la habitación donde estaba su madre y hermano, escuchando la conversación. Dudó en decirle la verdad a su mamá, pero recordó la deslumbrante sonrisa que tenía su hermano al estar con ese zorrito y decidió no hacerlo. Bufó algo cansada, sin saber por cuánto podría esconder el secreto de Seungmin.

، ⋆ 𝙨𝙪𝙢𝙢𝙚𝙧 𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩𝙨 𖦹 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯 ៸ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora