Una mujer de más de cuarenta años iba conduciendo. En el asiento del copiloto un chico, de unos quince años, revisaba su celular con desinterés mientras escuchaba música.
Suspiró mirando hacia la ventana mientras quitaba sus auriculares y los guardaba en un bolsillo de su mochila.
—¿Sucede algo, cielo?—le preguntó su progenitora, a lo que solo negó con la cabeza —¿Estás seguro?
—Sí, mamá—. La mujer solo asintió.
Minutos más tarde, se encontraban frente a un gran instituto, el camino hacia la entrada estaba rodeado de árboles de cerezo dándole un buen aspecto al lugar.
Yang Jeongin bajó del auto con su mochila en el hombro, se dirigió hacia la maletera para de esta sacar una maleta mediana donde llevaba sus pertenecias, y al hacerlo la cerró dispuesto a marcharse, pero unos segundos después su madre le llamó.
—Tu almuerzo, cariño.— Sunhee le extendió una bolsa de papel y Jeong la tomó musitando un "gracias".
—¿Quieres que te acompañe, hijo? Es tu primer día y-. La mayor fue interrumpida.
—Madre, ya hemos hablado de esto. Ya no soy un bebé, ¿si?— Se acercó a su mamá y asomando la cabeza por la ventana del vehículo dejó un beso en su mejilla—. Te quiero.
Finalmente, se giró para dirigirse a la recepción de la institución, situada en la primera planta. Cruzó el camino donde se econtraban los árboles de cerezo y entró por la puerta principal del lugar. No tan lejos de la entrada se encontraba la recepción, ahí le darían una copia de sus horarios de clases y le dirían quien es su compañero de cuarto asignado.
Para su sorpresa, cuando entró al lugar un chico de labios carnosos se le acercó y preguntó: —¿De casualidad, tú eres Yang Jeongin?
El pelirrojo asintió con la cabeza mientras observaba al chico que tenía en frente con detalle.
Tenía la piel bronceada, el cabello de un tono verdoso ligero, sus orbes eran de un color grisáceo y debajo de uno de ellos tenía un lindo lunar que resaltaba aún más sus delicadas y bellas facciones.
—Soy Hwang Hyunjin y seré tu compañero de cuarto. Aquí está tu horario, la consejera me pidió que te lo diese y te haga un pequeño tour por el instituto—. El ajeno tomó el horario impreso que le extendía Hwang y asintió con la cabeza nuevamente, lo que confundió a Hyunjin. —¿Está todo bien? Digo, si no quieres ir ahora no hay problema, podemos ir más tarde o cuando desees.
—No, no es eso—dijo Yang agitando sus manos en negación, no quería herir al chico—. Es solo que... ¿puedo saber qué especie eres? Solo si es que quieres decirme, claro.
Hyunjin mordió levemente su labio inferior y rascó su nuca con algo de nerviosismo para luego decir en casi un susurro: —Soy una dríada*.
Jeongin quedó en blanco.
—¿Las dríadas no son chi-
—¿Chicas? Sí, normalmente lo son. Y no, no soy una chica.
Yang no sabía cómo romper el silencio, las palabras habían salido de su boca sin pensar en cómo se sentiría el chico.
—Lo siento, no quise incomodarte. Yo-
—Lo sé, es decir, sé que no era tu intención—le sonrió—. ¿Podemos hablar de esto en otro lugar?
—Sí, claro. ¿Puedo dejar mis cosas en nuestra habitación?—el ajeno asintió.
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، ⋆ 𝙨𝙪𝙢𝙢𝙚𝙧 𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩𝙨 𖦹 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯 ៸
FanfictionLuego de vαrıos αños, el pequeño Kım se rındıó. Sus pequeñαs esperαnzαs se ıbαn cαdα vez que el tıempo pαsαbα y pαsαbα; sus pequeñαs esperαnzαs de encontrαr α Jeongın, del cuαl se enαmoró en lαs noches de verαno. ▹ 𝗆𝗒𝗍𝗁𝗈𝗅𝗈𝗀𝗂𝖼𝖺𝗅 𝖼�...