Capítulo 9: Un paso más y...

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El dolor de cabeza la dejó tirada en la cama toda la mañana, no podía levantarse "no volveré a tomar asi" pensó. Giró en la cama y se acurrucó en las frazadas para dormir otro rato.
La despertó el teléfono de su casa que no dejaba de sonar, a lo lejos escuchó una voz dejando un mensaje. Se sentó en la cama, frotó su frente y tomó su celular, mensaje de Livie, mensaje de Roy, otra vez Livie, llamada de Don, mensaje de Don, mensaje de Don, otro mensaje, y otro... ¿Que estaba pasando? Se sintió fatigada de solo pensar con que iba a lidiar hoy...
"Mary, llegaste bien?"
"Estás bien?"
"Estoy preocupado. Llamame"
"Por favor, Mary"

Una y otra vez leyendo sus mensajes. ¿Que le pasaba? Solamente tomó de más, o eso creía.
"Hola. Estoy viva"
Don instantaneamente la llamó. Meryl dudo un segundo pero tomó la llamada... Era raro, y al mismo tiempo le gustaba.
-Al fin! Pensé que te habia pasado algo...
-Estoy bien, Don. Solo tomé de mas..
-No me estas mintiendo? Recien te despertas?
-Por dios, estoy bien...
-Perdon.. me preocupé
-¿Por que?
-Por que, que?
-Por que te preocupas? No lo entiendo, no después de todo...
-Porque quiero verte bien, porque sos la madre de mis hijos y me importas
-Eh... Don... Anoche... No paso nada entre nosotros, verdad? -le preguntó confundida.
El se rió -nada... Imposible, si sólo me insultaste
-¿De verdad? Lo siento... Perdon si fui grosera, no creo que sienta lo que dije.
-A decir verdad, seguro lo sientes, pero no pasa nada, Mez, es entendible.
-Ya... Espero no haber hecho una escena -dijo apenada.
-Debo irme, Mez... Estoy llegando al supermercado..
-Esta bien.. suerte!
-Cualquier cosa que necesites, avisame.
Ella solo terminó la llamada, no iba a decir nada mas... Era demasiado tener una conversación tan de adultos, tan de personas que habian vivido bajo el mismo techo por treinta años.

Meryl tomó una ducha y luego se vistió para ir a buscar unas cosas que tenia encargadas a una tienda de ropa, se puso sus gafas y una gorra, zapatillas, calzas y una remera. Su figura con curvas bien delineadas resaltaba y lucía espléndida.
Buscó las bolsas de ropa y salió hacia otro lado caminando, queria ir a ver si conseguia algun libro para leer cuando en el camino lo vio a lo lejos, se quedó mirándolo un instante, y Don levantó la cabeza para cerrar la cajuela de su coche y la vió, instantáneamente sonrió, pero Meryl dio media vuelta y siguio caminando. ¿Por que tenia que verlo? ¿Por que le sonreia asi? No podia ser verdad.
Olvidó completamente buscar el libro y fue directo a su casa, cuando dejo las bolsas en el suelo, pudo escuchar como se detenia el motor de un auto fuera, se asomó por la ventana y ahi lo vio, lo que antes hubiera sido normal, verlo a Don llegar a casa, ya no lo era. Entró en pánico.
Golpeó dos veces la puerta y esperó a que ella lo atendiera, por puro instinto habia decidido venir a verla, no se veia mal en la calle, pero queria asegurarse que estaba bien.
Meryl abrio la puerta, ya sin la gorra y las gafas, lo miro extrañada -Don... -solo pudo decir.
-Hola
-Que...que haces aca?
-Queria asegurarme de que estuvieras bien
-Lo estoy
-Me alegro... Eh... Discúlpame por molestarte -le dijo apenado y bajo los escalones de la entrada a la casa para irse
-No... Don... Pasa... Queres tomar un café?
-Me encantaría -le dijo su cara se iluminó al entrar en la casa que ambos solian compartir. Nada habia cambiado.
-Perdon.. es que perdí un poco el tacto -le dijo Meryl
-A que te refieres?
-A que me acostumbré a estar sola y no soy buena para recibir visitas o estar acompañada
-No creo que sea asi.. todos necesitamos a alguien, Mary
Meryl movió los hombros y fue a preparar cafe para los dos.
Don se sentó en una de las banquetas que estaban alrededor de la isla de la cocina y la miró hacer... Meryl le acercó la taza de café y luego se sirvió una para ella, tomó unos sorbos pequeños mientras lo miraba intrigada.
-Que raro que no estas trabajando
-Podria decir lo mismo de vos, Mary
-Tenes razón, pero que yo esté en casa no significa que no trabaje, leo guiones y evalúo propuestas para hacer películas...
-Mhm.. ya veo... Bueno, yo me tomé el dia libre, tenia que hacer compras y estaba cansado de anoche..
-Te dormiste tarde?
-Si
-Ya veo
-No es lo que pensas
Meryl lanzó una risotada -y que pienso?
-Te conozco demasiado..
-A ver, decime en que pienso entonces
-En que me quedé con Lillian.. pues no... Me fui a mi casa, y no podía dormir
Meryl movió los hombros y tomó un poco de su café
-No te cae para nada bien, no?
-Que querés que diga, Don? Que si? O que diga la verdad? Por supuesto que no la soporto... No podías haberte buscado alguien menos antagónica a mi, no?
-Justamente... Es que no hay otra como vos, Mary.
-No quieras ser condecendiente conmigo... Sabes que lo detesto...
El le agarró la mano y Meryl se quedó petrificada, la descolocó completamente su tacto..
-No estoy intentando serlo, solo digo la verdad...
Ella bufó y corrió su mano
-Te detesto tanto, no tenes idea cuanto
-Muchisimo, lo sé.. pero no es ninguna novedad, es un sentimiento que lo tenes desde mucho antes de terminar nuestra relación... Me lo dejaste claro con tus actitudes mas que con tus palabras...
-Siempre te amé, Don, no hubo un momento en el que no lo hiciera, y si te parece que no fue asi, estás equivocado... Cuando nos empezamos a alejar fue porque yo no estaba cómoda conmigo misma, me sentia vieja, fea, tal como me siento ahora...
-Estas bromeando, no? Estas mejor que nunca en tu vida, es tu mejor momento profesional y lejos estas de ser fea, por dios, que decis?!
-Me da igual lo que digas, no vas a cambiar mi parecer. Puedo estar en el mejor momento profesional, pero personal... Lo dudo
Don se puso de pie y se enfrentó a ella, la tomó de sus manos y Meryl lo miró a los ojos, un silencio los envolvió un instante, hasta que él habló..
-Sos hermosa, no lo dudes ni un segundo, Mary... Asi como me casé con vos a mis 30, me hubiera casado a mis 40, 50 o 60...
Ella movió los hombros y Don la envolvió en un abrazo, Meryl cerró los ojos y quiso aferrarse a ese instante mágico por un momento, quería que fuese eterno. Lo amaba demasiado, lo odiaba con la misma intensidad y enloquecía de celos por verlo tan bien con una mujer mucho mas joven que ella. Don le beso la mejilla y ella abrió los ojos..
-No... -dijo separándose
-Que?- le preguntó el dando un paso hacia ella
-No des un paso mas...- le advirtió y se alejó de él
-Por que? Que pasa?
-No empecemos algo que vamos a lamentar luego, Don...
-No creo lamentarlo, sabés lo que siento...
-No...

Contra viento y marea // Una historia Strummer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora