Meryl estaba lista luego de haber elegido minuciosamente lo que se pondría, quería lucirse esta noche e intentar hacer las cosas bien para Don, después de su recibimiento tan apagado de la mañana. Llevaba un vestido azul con estampa, super liviano y con vuelo que le daba un aspecto de sentir que no tenía nada, porque queria estar cómoda, medias negras y zapatos negros, una pashmina azul para abrigarse ya que a la noche descendia bastante la temperatura y el pelo suelto y arreglado con un maquillaje muy sutil.
Se sentia mas relajada ya que él habia sido quien la había invitado.
Tomó su cartera y salió de la habitación caminando hacia la planta baja del hotel, luego de saludar amablemente a los de la recepción, lo vió esperándola sentado en uno de los sofás que habia en el hall de entrada, con pantalon, saco y camisa en tonos marrones claros y blanco, sonrió al sentir que ambos se habian prepadado de la misma manera.
-Hola- le dijo ella mientras recogía su pashmina y la acomodaba hacia atras, Don se puso de pie y beso su mejilla, recibiendo un beso de ella tambien. Sus fosas nasales se impregnaron con el perfume de Meryl, desde hacia años no había día en el que no amara sentir ese olor, usaba un perfume de Annick Goutal desde hacía muchísimo tiempo y todos la reconocían por el olor.
-Hola Mary.. estas bellisima
-Gracias- le dijo ruborizandose -lo mismo digo.. bueno, estás muy elegante- le dijo sonriendk
-Lista?
-Si- dijo intrigada por lo que seguiría esta noche.
Caminaron hacia la salida y Don guió el camino hasta el restaurant en dónde habia reservado una mesa. Cuando llegaron el maitre lo llevo hasta un apartado al final del salón, donde podian estar cómodos, se escuchaba una musica instrumental suave cuando cada uno tomó asiento frente al otro. Cenaron tranquilos mientras hablaban de todo, compartían miradas llena de amor...
La noche pasó rápido, estando tan cómodos y disfrutando tanto, hablaron de todo, de sus hijos especialmente
-Sabias que Henry va a casarse?
-Si
-Que? Yo era la unica que no estaba enterada?
-Yo lo supe ayer antes de venir
-Ah, me quedo tranquila porque a mi Louisa me contó ayer también- Meryl finalmente respiraba, al parecer no era a ella sola a quien le ocultaban las grandes noticias.
-Ya están grandes los chicos, Mary
-Lo sé- le dijo poniendo cara triste
-Los hemos disfrutado mucho, ahora hay que dejarlos volar tranquilos
Ella asintió y suspiró, Don le tomó la mano y se miraron a los ojos compartiendo un silencio que no era incómodo, mas bien familiar. Se sentían como en casa.
Él solo le soltó la mano para pagar la cuenta
-Tenes ganas de caminar un rato?- le preguntó él
-Me gustaría ir a tomar algo a algun lado
-Volvamos a tu hotel y vamos al bar
-Mh.. no, no lo creo conveniente por Louisa
-Ah, cierto.. entonces vamos al mio
-Bueno- le dijo ella, tenía muchas ganas de que la noche no termine.
Los dos fueron de la mano al hotel en donde se hospedaba Don, y antes que pudieran ir al bar, se miraron y se fueron a tomar el ascensor para ir a la habitación de él. Don aprovechó el momento para besarla, un beso al que Meryl accedió de la mejor manera, predispuesta y disfrutando cada segundo, era como una primera cita despues de todo, ambos estaban cómodos pero tímidos, a pesar de tanto tiempo juntos.
Al llegar a su piso, se separaron y Don tomó la delantera en direccion a la habitación, abrio la puerta y la dejo pasar primero, la habitación estaba iluminada con las luces de la calle que se filtraban en la ventana, Don iba a encender las luces de la habitación y Meryl lo detuvo agarrándole la mano, se miraron a los ojos y ella se quitó la pashmina dejandola sobre la cama, Don la miró embelezado, mientras ella bajaba el cierre de su vestido y lo dejaba caer por sus hombros, sus brazos y cuerpo hasta que estuvo en el suelo. Don la tomó por la cintura y le besó los labios, el beso se tornó poco a poco en uno lleno de deseo, las manos de ambas inquietas y deseosas de descubrir el cuerpo desnudo del otro. El silencio de la habitación poco a poco pasó a llenarse con sus palabras cortadas y gemidos que se perdían en la profundidad de la noche. El sexo siempre habia sido excelente entre ellos, pero ahora parecia que se había vuelto increíble. Don parecía que buscaba satisfacerla como nunca antes y Meryl aceptaba cada intento de él con gusto.
-Mi amor...- le dijo ella despacito cuando Don dormitaba luego de horas perdidos en el sexo.
-Huh?
-Deberia volver al hotel
-Duerme, Mez.. a la mañana te vas- le dijo entre dormido.
-Me voy a duchar..- le dijo ella, pero no tuvo respuesta.
Al salir de la ducha, miró su reloj sobre la mesa de noche, eran casi las 6am, amaneceria pronto. Don dormía apaciblemente, ella sonrió y le beso la mejilla antes de meterse en la cama con él, no tenia la alarma puesta ya que no trabajaba, durmió como si hiciera días en los que no dormía plácidamente, pero a su lado no había mas que calma en este instante. Don la recibió en un abrazo y durmieron juntos, como si se necesitaran hasta en este instante.
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Contra viento y marea // Una historia Strummer
RomanceLa actriz Meryl Streep y el escultor Donald Gummer llevan 30 años casados, tienen hijos, un amor que parece irrompible y una vida construida en pareja. Pero... ¿Qué pasará cuando su última hija deje el nido y se encuentren solos después de tanto tie...