Llegaba a casa despues de un largo día, la convivencia con Donald era lo mejor que le habia pasado despues de volver de Londres. Estaban pasandola de maravilla y aunque todavia no habian salido juntos oficialmente en alguna cena de amigos o con la familia, ya no los apremiaba la necesidad de decirselo a todos, todo era mas aue natural, como en los viejos tiempos... Se quitó sus zapatos a penas atravesó el umbral de sala y se dispuso a ir a la habitación, escuchó risas de él provenientes de la cocina y pegó la vuelta para ir a saludarlo. Sonrió feliz, su corazón se le salia del pecho de la emocion.
—Don..amor... no sabía...— se detuvo de repente en la puerta, era como si sus pies no la dejaban seguir adelante para acercarse, lo vio a Don y a una mujer —Lillian?— se preguntó. Era muy parecida a Lillian, pero no era ella. Ahogó un sollozo y cuando se dispuso a dar la vuelta y salir corriendo, seguia alli inmovil, viendo la escena que ya habia visto en otra ocasión... como si sus pies estuviesen pegados al suelo y no la dejaran avanzar. Se cubrió la cara para no verlo, era angustioso.. y Don ni siquiera notaba su presencia.El sonido de la alarma de su teléfono la sacó del trance en el que estaba, se despertó asustada, sobresaltada, cubierta en sudor. Suspiró y dejó la cama para ir a ducharse directamente. Don se habia ido hacia una semana y no había día en el que no lo extrañara. Pensaba siempre en él y como sería verlo de nuevo, estaba ansiosa y preocupada.
Louisa seguia pasandola bien con sus amigos y ella aqui sola de nuevo... a veces su cabeza no la dejaba en paz, los malos recuerdos la asaltaban en forma de sueños o estando despierta.
Se ducho y vistió, eran las 6am y "mejor estar lista desde temprano para ir al set, antes que quedarse dormida" pensó.
El día fue largo, iba de escena en escena pero era porque estaban proximos a terminar y querían llegar justo. Meryl no veía la hora de volver a su casa, de estar en New York o en cualquier lugar de vacaciones con Donald.
Llegó al hotel para la hora de la cena, pidio algo liviano para comer al room service y mientras tanto se desvistió, se puso su pijama y se relajó en el balcón mientras fumaba un cigarrillo muy tranquila, disfrutando la vista y el aire de la noche. Su celular la hizo alejarse de los pensamientos en los que se encontraba sumida, tomó la llamada, era Don, que últimamente no charlaban mas que por mensajes, ya que ambos estaban trabajando.
-Cariño- le dijo sonriendo —¿todo bien?
-Hola Mez... todo bien por aca.. ¿como estas, amor?
-Bien....uhm...
-¿Que pasa? No me respondiste ningun mensaje hoy..
-Nada.. perdon, ni miré el telefono.. fue un dia largo— se acordó que seguramente habia sido él mismo quien la sacó del mal sueño y estuvo agradecida aunque no se lo podia decir.
-Amor
-Te extraño- le dijo y suspiró largamente, Don sonrió del otro lado
-Te extraño tambien.. estoy contando los días para verte-¿De verdad?
-¿Por que me preguntas eso? ¿Que pasa?
-Nada, tuve una pesadilla anoche...
—¿Queres que hablemos en video llamada y me contas?
—No, mejor dejarlo para el olvido.. ¿que tal todo por alla?
—Todo bien mi amor.. te estoy esperando con ansias.. la semana que viene tengo que ir a Pasadena a colocar una escultura y probablemente tenga que mostrarte algo
—¿Me vas a llevar entonces?
—Si queres venir, me encantaria.. ¿vas a estar aca a mitad de semana?
—Claro que si— le dijo sonriendo -que bueno
Meryl no tenia idea de lo que le esperaba en Pasadena. Tener una casa ahi era una conversación que habian tenido los dos, pero nunca se concretaba, tener algo mas cerca de sus hijos para no estar siempre en la otra punta del pais.Meryl sonrió ilusionada, de solo pensar que probablemente veria a sus hijos, la conversación fue extensa y se despidieron de la mejor manera, con la promesa de verse pronto.
Una semana después... ya en New York
Meryl y Louisa volvieron juntas a la ciudad pero su hija fue directo al piso que compartia con amigos, se despidieron en el aeropuerto ya que a su pequeña la habia ido a buscar su "noviecito" como Meryl lo llamaba.. Louisa se lo habia presentado hacia tiempo pero nunca lo habia llevado a casa...
Por su parte, ella regresó a su casa con su chofer que la habia esperado, tenia mucho equipaje y cosas que llevarse.
Ya en su casa, entró despacio, casi con temor.. se detuvo de repente, respiró hondo, aquel sueño estaba presente en su cabeza como si la acechara.. se quitó el abrigo y los zapatos y caminó hasta la cocina como si se cumpliera su pesadilla, suspiró aliviada cuando se encontró sola ahi, pero de repente escuchó pasos, giró y ahi estaba Don, luciendo muy hermoso con una camisa y jeans, sus fosas nasales se llenaron de el olor a su perfume Hugo Boss mezclado con la crema de afeitar y tuvo que suspirar, no habia nada que la hiciera sentir mas en casa. Él le sonrió y ella sintió que le volvia el alma al cuerpo, se acercó rapido hasta él y sintió los brazos del amor de su vida envolviendola y sosteniendola como solo el sabia hacerlo.
—Que alegria verte tan temprano en casa...
—Te extrañaba muchisimo— le confesó y se miraron a los ojos. Don reconocio en ella por un momento a aquella Mez de unos años atras que volvia desolada despues de las filmaciones, que habia necesitado de él y los chicos. Le acaricio la mejilla y le beso los labios tiernamente
—Estoy feliz de que estes aca— le dijo y ella se abrazó a él, necesitandolo desesperadamente, ocultando su cara en su pecho, absorbiendo el olor a hogar que solo Don le transmitia y esa paz de que finalmente se estaban alineando los planetas para ellos...
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Contra viento y marea // Una historia Strummer
RomanceLa actriz Meryl Streep y el escultor Donald Gummer llevan 30 años casados, tienen hijos, un amor que parece irrompible y una vida construida en pareja. Pero... ¿Qué pasará cuando su última hija deje el nido y se encuentren solos después de tanto tie...