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Hoseok

El dolor es lo primero que siento al recuperar la conciencia. Me cuesta trabajo respirar y temo que no pueda soportar durante más tiempo. Sus métodos de tortura son cada vez peor. Si pudiera regresar el tiempo jamás habría buscado aquellos libros, jamás habría investigado en busca de más poder. Pero eso no es posible y ahora debo sufrir las consecuencias. Pero ¿Por qué ella es la única que debe tener todo el poder? ¿Qué de bueno le ha dado al mundo para merecerlo?

—H—hos—seok… ¿estás…estás despierto? —escucho la voz de Jimin. Me maldigo inmediatamente al notar el dolor presente en su tono. Es mi culpa que esté en esta situación.

—Si Jimin —digo abriendo los ojos, algo inútil pues la habitación está en una oscuridad total, no hay ventanas que permitan el paso de la luz.

— ¿C—cuanto tiempo crees que ha pasado? —niego.

—No lo sé. Parece una eternidad.
—Tengo miedo —dice con la voz cortada y segundos después solo escucho su llanto. Es la primera vez que lo dice desde que nos trajeron. Creo que está perdiendo la esperanza de salir de aquí.

—Saldremos de aquí Jimin, lo prometo —su llanto se intensifica —. Lo siento mucho, todo esto es mi culpa —un sollozo sale de mi boca y siento las lágrimas recorrer mis mejillas.

—N—no es solo tu culpa —dice tratando de controlar su llanto —, no hice nada para detenerte.

—Jimin…—soy interrumpido por el chirrido de la puerta metálica al abrirse. Dirijo mi vista hacia el sonido y la luz que entra por la puerta me ciega. Cierro los ojos. Escucho pasos acercarse y después el sonido de la puerta al cerrarse de nuevo.

Los pasos se detienen y siento unas frías manos tomar mi barbilla y hacerme levantar el rostro.

—Vamos querido —su voz es tan atrapante, tan seductora —, déjame ver esos hermosos ojos de hechicero —me niego a abrir los ojos, sé lo que viene después —. Vamos querido, solo déjame apreciarlos unos segundos.

—No…

— ¿Por qué no? —No respondo — ¿tienes miedo Hoseok? ¿Le temes al dolor? —Siento como mi cuerpo comienza a temblar. La peor tortura es que alguien entre a tu mente y use tus recuerdos en contra —. Ábrelos —susurra y siento como el frío comienza a recorrer desde mi barbilla a todo el cuerpo. No puedo evitarlo durante más tiempo. Hago lo que pide.

—Bien hecho —dice en cuanto sus ojos negros en su totalidad se posan en los míos. Entonces la tortura inicia.

Uno. Dos. Miles de recuerdos vienen a mi mente, pero solo aquellos dolorosos. Veo esos recuerdos como si me encontrara debajo del agua. Ella detiene su búsqueda y se detiene en uno en particular. Uno del que me he arrepentido durante tantos años.

Jungkook

—Llevamos horas revisando hasta el último documento —digo dejando unas hojas en el suelo y apoyando la cabeza en el sofá —. Estoy cansado y tengo hambre.

Desde muy temprano Namjoon y yo llegamos a casa de Yoongi para revisar cada documento y buscar algo que pudiera ayudarnos a encontrar al asesino. Y de ser posible evitar que ataque a su próxima víctima.

—Jungkook tiene razón —dice Namjoon poniéndose de pie —también estoy hambriento.

—Tengo sangre en el refrigerador, sírvete —dice Yoongi sin apartar la vista de unas hojas.

— ¿También comida normal? —levanta la vista y parece estar haciendo inventario.

—No —dice sin más y vuelve a las hojas.

El último HenkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora