Cuando conecté con Canela, algo cambió dentro de mí.
Fue como si el mundo se hubiera vuelto loco de repente, porque cuando volví a mi cuerpo todo había cambiado: los olores, los sabores, los sonidos, todo era diferente. Ahora busco la forma de controlarlo, pero me está costando demasiado, un esfuerzo tan grande que he llegado a pensar que acabaré perdiendo la cabeza.
En su momento pensé que esto era una consecuencia de haber entrado en la mente de Canela, pero ahora me preguntó, ¿y si no fue por entrar en Canela, sino que esto despertó una parte dormida dentro de mí?, ¿y si siempre he sido así, pero estaba oculto tras mi forma humana?
No lo sé y me asusta vivir así. No puedo controlarme: las voces de la gente por la calle me taladran la cabeza como un golpe del hacha de Kindu, el olor del mar que impregna la ciudad me ahoga como si estuviera perdido dentro de sus profundidades. Si esto continua así, sé que acabaré volviéndome loco de una forma u otra.
Intento pensar en otra cosa y durante las noches salgo a pasear por las calles vacías y silenciosas, aunque no lo son para mí, pero es el único momento donde se respira algo de paz. Y me acercó al muelle e intento controlar los aromas que me rodean, pero cuando pienso en aromas solo me viene uno a la mente: el olor de la larga melena cobriza de Nym.
¿Cómo será ese aroma ahora para mí? Cierro los ojos y trato de buscar su perfume en la distancia tan grande que nos separa, pero no hay nada más que sal en lo que siento a mi alrededor, ni rastro de su esencia.
Alérigan, hombre y animal.
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La Sombra de Miradhur
FantasiaEl fuego me vuelve a atormentar esta noche. No puedo dormir. Con el tiempo creí que me acostumbraría a esta sensación, pero el dolor sigue siendo impetuoso, más que mi aguante. Mi cuerpo se cansa de esta lucha constante contra algo que es ajeno, que...