Skyler parte 3

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Cinco años atrás...

Skyler Wragge era la hija de unos empresarios europeos que tenían una aerolínea, una pequeña cadena de restaurantes y unos bares de ambiente bastante cotizados, eran una de las familias más prestigiosas de LA, y por supuesto que sus padres habían aprobado la relación con Meghan al saber la procedencia de la chica.

Llevaban ya tres años de relación, en la que la chica de ojos grises estaba más que convencida de que Skyler era la mujer de su vida. Meg estaba a punto de terminar ambas carreras con sobresaliente, mientras que Skyler se había graduado el año anterior y estaba a punto de aceptar una pasantía en una de las empresas de su padre, Meghan estaba feliz por su novia pero ambas estaban bastante frustradas puesto que Clint el padre de Sky, había dispuesto que su hija se encargara de la aerolínea de Edimburgo, enviando a la chica hasta el otro lado del mundo más específicamente a Escocia.

Por lo que habían planeado la fatídica despedida, como la habían llamado, justo un par de días después de la boda de Brice y Esther, lo que era más pronto de lo que querían aceptar, puesto que se encontraban sentadas ya en la fiesta esperando que la pareja cortara el pastel.

- ¿Estas nerviosa pequeña? – Brice se acerco a Meghan susurrándole.

- Más de lo que puedo controlar – dijo la chica con una mueca que quería simular una sonrisa.

- Será mejor que no lo arruines, suficiente con haberte dado permiso de hacerlo el día de mi boda, se supone que este día soy yo el centro de la atención – dijo el chico con suficiencia.

- Brice, tú siempre estas acostumbrado a querer serlo, pero si no lo hago ahora no lo haré – Meg lo veía suplicante.

- Lo sé, peque, y todo saldrá genial, solo espera nuestra señal – el chico le guiño un ojo y camino en dirección a su mujer que lo esperaba al lado del pastel.

- Se ven muy enamorados – le dijo Skyler sobresaltándola y sentándose a su lado – estas bastante nerviosa mi amor – le sonrió la chica acariciando su brazo – parece que eres tú quien va a casarse.

- No pasa nada cariño – le sonrió la de ojos grises – es solo que Brice me pone de los nervios, aunque estoy aliviada que se vaya a la luna de miel.

- Claro lo que tú digas – Skyler picaba a Meg – por mucho que peleen se adoran son muy unidos.

- Lo sé, no sabría qué hacer sin esos idiotas.

Brice le sonrió a Meg y tomo el micrófono pidiendo silencio a todos los invitados de la boda.

- Padres, se que deben estar tristes porque su hijo favorito acaba de casarse – tanto Meghan como Max pusieron los ojos en blanco ante las palabras de su hermano – pero antes de cortar el pastel, mi adorada hermanita tiene algo que decir – Brice le lanzo el micrófono a su hermana haciendo un gran estruendo.

- E...em, y...yo – Meghan estaba realmente nerviosa, Brice eres un cretino, pensaba la chica con tan sutil "señal" que le hizo su hermano – am, yo solo quiero decir que estoy feliz porque mi hermano se casa y se larga de luna de miel, aunque aún me pregunto ¿qué fue lo que le vio una mujer tan hermosa como Esther? – todos rieron menos Brice que ponía los ojos en blanco – mi hermano puede ser un idiota, pero mi cuñada sabe como hacerlo aterrizar, y es ese complemento el que los hace únicos y que se que hace de su amor algo especial – se escucharon unos murmullos de ternura al fondo – la forma que se ven, que se hablan y con la que han construido su relación es el ejemplo que he seguido para darme cuenta de que yo también quiero para mi vida algo así, algo como lo que nuestros padres también tienen - dijo señalándolos - y que gracias al destino, la vida o lo que sea, lo tengo con Sky – Meghan clavo su mirada en la sorprendida chica a su lado y se puso de pie armándose de valor – por lo que he decidido que este día en el que se respira amor y felicidad sea el día en el que pregunte algo que estoy segura cambiara mi vida para bien – y con estas palabras lentamente la chica de ojos grises se coloco de rodillas ante Skyler que estaba con los ojos abiertos de par en par – Skyler Wragge, desde el día que chocamos en la universidad me di cuenta que eras una chica especial cosa que los años a tu lado solo han confirmado, por lo que quisiera que me hicieras el honor de pasar el resto de tu vida conmigo, siendo mi esposa – Meghan saco una pequeña caja negra que abrió mostrando un hermoso anillo de oro blanco con una pequeña piedra.

La tentación antes de llegar al altarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora